De traje oscuro, el Lic. Genaro R. Mijares, Director del Instituto 18 de Marzo y el Profr. Luis L. Vargas, con los integrantes del equipo de basquetbol, en los años 50.
En las primeras décadas de siglo pasado, eran contados los lugares dedicados a la práctica de los deportes. El más importante en Gómez Palacio, era el comúnmente conocido como "El Deportivo", ubicado en la esquina que forman las calles de Mina y Santiago Lavín. En ese sitio, se realizaban funciones de box, presentación de artistas, representaciones teatrales, eventos religiosos y se practicaba fundamentalmente el frontón y el boxeo. "El Deportivo" era un lugar al aire libre, con piso de cemento y bardas de protección, que se construyeron a propósito para ser utilizadas en el juego de frontón, uno de los deportes más populares en esos años.
En ese lugar, en febrero de 1959, durante la administración municipal del Dr. Francisco Galindo Chávez, se inició la construcción del Auditorio del Pueblo para reemplazar "El Deportivo", el cual fue llamado "Luis L. Vargas", en reconocimiento a la destacadísima trayectoria del maestro Vargas en el deporte duranguense y fundamentalmente en el glorioso Instituto "18 de Marzo" donde formó grandes generaciones de deportistas, a quienes educó con los más altos valores cívicos de armonía, solidaridad y respeto, dejando un ejemplo imperecedero, que es característica de los verdaderos educadores.
El "Profe" Vargas, como siempre se le llamó cariñosamente, nació el 17 de septiembre de 1909, en Tejamen, Durango. Desde 1924, se convirtió en uno de los iniciadores del deporte del basquetbol en el estado de Durango, convirtiéndose en seleccionado estatal, lo que le permitió recorrer gran parte de la República y competir contra equipos de los Estados Unidos. Igualmente, participó en competencias nacionales de ciclismo donde obtuvo varias veces los lugares de honor.
En 1950, durante el gobierno municipal de Roberto Fernández Vitela, fue nombrado Presidente de la Junta Municipal de Acción Cívica, cargo que desempeñó durante 24 años, lo que le permitió seguir contando con el cariño y respeto de la sociedad gomezpalatina, a la que sirvió siempre con verdadera devoción, desde su llegada como maestro de Educación Física en la década de los 40, integrándose después a la "18 de Marzo", donde promovió intensamente la participación de los alumnos en el deporte en general y particularmente en competencias de basquetbol contra los mejores equipos nacionales, siendo nominado en 1954, por la Federación Internacional de Basquetbol como Réferi Internacional, con capacidad para arbitrar los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, así como juegos Olímpicos de basquetbol. Durante el tiempo que vivió como deportista profesional en Durango capital, fue corresponsal deportivo del periódico "El Siglo de Torreón".
Su labor extraordinaria como integrante de la Junta Cívica era sumamente destacada y ágil en la organización de los desfiles, ya que después de celebrar reuniones con todos los directores de escuelas, clubes deportivos, organismos oficiales, servicio militar nacional, pentatlón deportivo militar universitario, Cruz Roja, Asociación de Charros, entre otros, dejaba claramente establecido el orden de los contingentes que en ese tiempo era muy numeroso, y el día del desfile, a bordo de su bicicleta supervisaba personalmente el recorrido para agilizar el evento, desplazándose en el trayecto las veces que consideraba necesario para asegurar el éxito deportivo de la marcha.
Era el portavoz oficial del Instituto "18 de Marzo" y fue proverbial la frase que siempre utilizó para transmitir las instrucciones a maestros y alumnos, diciendo: "La dirección del plantel por mi conducto" cuando dirigía algún mensaje al auditorio. También en el desarrollo de las actividades deportivas, cuando veía que un alumno no se aplicaba debidamente en su cometido le gritaba, "ándele no sea maricón". Eran célebres las competencias que organizaba con el apoyo de otros destacados maestros como el Profesor Armando de Pablos, su similar en el Instituto Francés de La Laguna, y con los también maestros J. Merced Romero y su discípulo Edgardo "Perico" Rojas Valdés. También se recuerda aquella recopilación de bailables de todas las épocas, llamada "El Mundo Bailó, Baila y Bailará", que con tanto éxito nos ha continuado presentando la excelente coreógrafa profesional Dra. Zeyda Cisneros Gómez en posteriores ediciones, haciendo gala de categoría, prestancia y belleza en su espectáculo.
En el recuerdo colectivo de los alumnos practicantes de los diferentes deportes, siempre hay una referencia cariñosa y cordial para el profesor Vargas, además de las innumerables anécdotas que cada quien tiene en lo particular, consistentes en regaños, felicitaciones, enseñanzas y, sobre todo, en la participación amable del maestro, a quien los muchachos más allegados le llamaban, con una solidaridad especial, mezcla de cariño y respeto muy peculiar, "El viejo Vargas", como queriendo decirle, estamos totalmente identificados contigo y te queremos.
El ameritado profesor Luis Lamberto Vargas Martínez falleció víctima de un infarto el 15 de octubre de 1976, en la ciudad de Gómez Palacio, Dgo., dejando un legado de excelencia para la comunidad gomezpalatina, por su alta calidad educativa, infatigable espíritu de servicio, generosidad y superior don de gentes. En el interior del antiguo edificio del Instituto "18 de Marzo", se encuentra un busto con la efigie del queridísimo maestro, dedicado a su memoria, por incontables generaciones de egresados de la "Gloriosa" Institución Educativa, que recibieron enseñanzas de un docente ejemplar e inolvidable.
