El glioma tiende a crecer y conforme esto sucede, la intensidad de las molestias se incrementa en detrimento de la calidad de vida de las personas que, en casos extremos, pueden perder la visión. (ARCHIVO)
Movimientos oculares involuntarios junto a la pérdida de la visión periférica (no ver lo que hay a los lados), son algunos síntomas del glioma óptico afección que aparece por un tumor intracraneal, informó el oftalmólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Adrián Beltrán Martínez.
Señaló que esta enfermedad suele dar sus síntomas más evidentes dentro de los primeros 10 años de vida y además de los arriba citados, puede incluir abultamiento no doloroso del globo ocular, desviación de los ojos (estrabismo) e incluso hay quienes desarrollan ceguera parcial o total.
Destacó que pese a ser un tumor benigno, el glioma tiende a crecer y conforme esto sucede, la intensidad de las molestias se incrementa en detrimento de la calidad de vida de las personas que, en casos extremos, pueden perder la visión.
Al margen de los síntomas característicos de la enfermedad para el diagnóstico es importante la realización de estudios específicos que, entre otros, una tomografía cerebral que junto a pruebas de agudeza visual, permiten ubicar el problema y proceder al tratamiento el cual requiere en la mayoría de los casos, de una cirugía para la resección del tumor, indicó el experto.
Dijo que la extracción del glioma puede ser parcial o total dependiendo de sus dimensiones, aunque también existe la alternativa farmacológica con esteroides e incluso quimioterapia.
Sobre las causas de este tumor, afirmó que no existe una en particular, aunque se sabe que la herencia genética tiene un papel preponderante y de igual manera, las personas que padecen neurofibromatosis, trastorno que afecta el desarrollo y crecimiento de los tejidos de las células neuronales, tienen mayor predisposición.
Indicó que el glioma puede alcanzar dimensiones tan importantes que llegan a comprometer una adecuada oxigenación del globo ocular y dañarlo.
“De ahí la importancia de su captación oportuna en la cual los padres de familia juegan un papel muy importante pues son quienes deben de tomar en cuenta cualquiera de los síntomas arriba citados en sus hijos, sobre todo en sus primeros 10 años”, resaltó.
Expuso que si el niño tropieza con objetos que tiene a los lados o bien, tiene movimientos oculares involuntarios o los ojos se le desvían, “como que hace bizcos”, es importante llevarlo al médico para que haga el diagnóstico y, de tratarse de un glioma, proceder a su corrección inmediata, evitando así daños potencialmente irreversibles.
Beltrán Martínez resaltó que la incidencia de glioma óptico es relativamente baja, y representa del uno al tres por ciento de los tumores de órbita, sin embargo sus efectos puede ser devastadores de no captarse y tratarse a tiempo.
