
Insiste que no tiene problemas. (EFE)
La actriz Lindsay Lohan va por su sexto intento de mantenerse sobria, pues recibirá tratamiento contra el abuso de alcohol y drogas. Sin embargo, según Radar Online, la actriz de 26 años sigue insistiendo en que no tiene problemas de adicciones.
El martes un juez le ordenó a Lohan someterse a un tratamiento de 90 días en rehabilitación, bajo encierro, para evitar la prisión.
"Lindsay será tratada por adicción al alcohol y sustancias de prescripción médica. Sus elegidas eran Adderall y Xanax, además sigue consumiendo grandes cantidades de alcohol, específicamente vodka", detalló una fuente cercana.
Según la misma persona el problema con Lohan es que no acepta sus adicciones. "Una vez más sólo va a rehabilitación porque es una alternativa un poco más atractiva que ir a prisión. Hay una esperanza de que una vez en tratamiento Lohan reconocerá que tiene un problema, pero dada su historia, es dudoso".
Además de los 90 días en rehabilitación, Lohan aceptó 30 días de servicio comunitario y 18 meses en terapia para evitar la cárcel por dos cargos menores relacionados con un percance automovilístico.