Mujeres. Miriam Cervantes es una de las carteras que todos los días entrega correspondencia en la colonia Los Ángeles .
Miriam Cervantes Campos creció con las historias de su abuelo sobre las cartas que llegaban por tren. Nieta e hija de carteros decidió, hace cinco años, convertirse en una.
"Mi abuelito trabajó en transbordos y cuando llegaba el tren ahí descargaba y ahí siguió mi papá y mis dos tíos también", comenta Miriam.
Mi abuelito decía que llegaban los costales con muchas cartas, él era muy trabajador y fue lo que les dejó de herencia a mi papá y a mis tíos. Felipe Cervantes Solano, abuelo de Miriam, jamás faltó al trabajo. Puntual esperaba el desembarco de los trenes, recuerda su nieta.
Como el padre de Miriam no tuvo hijos varones, le preguntó a Miriam si estaba dispuesta a trabajar pese a considerarse un trabajo de hombres. "Nos dijeron 'a ver si la arman', mi papá nos preguntó a las hermanas y pues fui yo la única que dijo que sí y pues vámonos".
Al principio se sintió un poco extraña por trabajar entre tantos hombres, afortunadamente un año antes ya había entrado una mujer por lo que su adaptación fue rápida.
"Ellos (compañeros) ya vieron que nosotros le echamos muchas ganas y pues no por el hecho de ser mujeres somos menos, al contrario".
ENTREGA
Todas las mañanas Miriam se monta a su bicicleta y llega con las llamadas "malas nuevas". Ocurre que la gran mayoría de la correspondencia que maneja son cuentas de banco o hasta notificaciones de pago urgente, "a veces la gente sí se pone mal, sobre todo cuando llega el recibo de teléfono". Es por eso que Miriam prefiere entregar cartas de amor.
"Todavía llegan cartas navideñas y cartas de amor pero la verdad sí se ven más cobros. Cuando me ven llegar gritan 'ya trajo el recibo o el cobro'".
Los grandes enemigos de los carteros siguen siendo los perros, a Miriam la han perseguido y afortunadamente no ha sufrido mordidas.
"A veces se tiene que bajar una de la bicicleta y echar una patada, porque si se le echan encima a una. Aunque parezca mentira es verdad, a veces se van contra una con ganas y no queda de otra que echarles la bici".
RUTINA
Miriam está en pie desde las seis y media de la mañana, prepara el desayuno y deja en la escuela y el trabajo a su hija y esposo, respectivamente. En las oficinas revisa la famosa "pichonera" un estante etiquetado por colonias. Ella entrega en la colonia Los Ángeles y Ampliación Los Ángeles.
"Primero es distribuir todos los paquetes de cartas, de ahí agarra uno su colonia, todos tienen nombre, los llevas a tu casillero y te pones a separar las calles".
A las 10 de la mañana Miriam se coloca su visera blanca, ajusta sus guantes, coloca la correspondencia en la canasta de su bicicleta y sale a realizar sus entregas.
OFICINA
Carlos Alberto Vigil, jefe de carteros de Correos de México informó que son 52 los carteros que trabajan en la oficina ubicada en la calle Juárez. Cuatro cubren la parte poniente de Torreón.
"Aunque ya no hay tanta carta de persona a persona, todavía hay gente que envía. Estoy manejando la correspondencia de los CEFERESO y de las Islas Marías, de repente recibimos 4 ó 7 cartas".
Trabajan en Correos de México en Torreón