
Cómo vestir de acuerdo a la profesión
Hay un dicho que dice “El hábito no hace al monje”, sin embargo, gracias a la vestimenta podemos crearnos una idea acerca de la profesión u oficio que ejerce una persona, incluso antes de establecer el primer contacto verbal con ella.
Durante los primeros siete segundos se crea la «primera impresión» de otra persona. Es como pasar por un escáner donde el qué y cómo decimos algo, resultan tan importantes como la manera en que nos presentamos.
Hay profesiones en las que resulta fácil determinar a qué se dedica una persona por su forma de vestir, como es el caso de los policías, bomberos, enfermeras, entre otros. En muchas oficinas el uniforme es utilizado como una herramienta para «estandarizar» a todos los empleados, incluso a los ejecutivos.
Los colores también deben escogerse de acuerdo a la profesión que se desempeñe; para obtener mejores resultados, las grandes empresas se basan en este tipo de recomendaciones para elegir el color y atuendo del uniforme de sus empleados.
El verde es utilizado por quienes trabajan con la creatividad, como el área de mercadotecnia, arte y diseño. El azul es recomendado para los que se dedican a pintar o escribir. El amarillo incrementa la energía y se recomienda para oficinistas, contadores o quienes realizan tareas administrativas. El café y sus variantes, dan una sensación de relajación y ayudan a establecer una buena comunicación, por lo que resultan ideales para abogados, empleados bancarios y departamentos de quejas.
El blanco da una imagen de orden y limpieza, además de ayudar al trabajo intelectual, por lo que es ideal para los médicos, enfermeras, y arquitectos. El violeta y el morado son usados por quienes tienen puestos de primer nivel y desean resaltar su posición dentro de una organización. Mientras que el rojo puede ser utilizado por los que quieren realzar su capacidad.
REGLAS DE OUTFIT
Existen algunas reglas básicas tanto para hombre como para mujeres, que pueden ser tomadas en cuenta de acuerdo a la profesión que se realice, no sólo con el objetivo de dar una buena imagen, sino para expresar de manera adecuada nuestra personalidad y estado anímico.
Las mujeres deben tener en cuenta lo siguiente:
1.- No utilizar ropa entallada o corta.
2.- No usar short para trabajar, pues además de dar una imagen inadecuada, resta profesionalismo. Por el contrario, esta ropa se recomienda si la ocupación se relaciona con el deporte.
3.- Ropa planchada y limpia habla de haberle dedicado algún tiempo a lograr una buena presentación.
4.- Maquillaje discreto: hay que dejar los maquillajes intensos para la noche o para asistir a eventos especiales. Quienes trabajan en medios de comunicación como la televisión, pueden usar un maquillaje más intenso, ya que el trabajo así lo requiere.
5.- Tinte de cabello: no deben quedar expuestas las raíces o las canas.
6.- Uñas recortadas y limpias, o en caso de traerlas largas, bien arregladas.
7.- Zapatos adecuados a la ropa que se lleva puesta. Si el trabajo requiere zapatos de piso, de preferencia elegir modelos que sean cómodos.
En el caso de los caballeros, barba y bigote bien recortados o rasurados.
La cuestión es determinar el tipo de ropa que resulte adecuada de acuerdo a la profesión u oficio que se desempeñe, pues esto dependerá de las actividades que se desarrollen, así como de los ambientes en los que se labore. Por ejemplo, se necesitará un atuendo distinto si el trabajo es de oficina, que cuando se tiene contacto directo con clientes, pacientes y vendedores. Por otra parte, un jefe o un empleado de planta, usarán ropa diferente.
En ocasiones, la presentación de una persona no hace alusión al puesto que desempeña, y puede dar pie a situaciones incómodas en las que no se reconozca el grado de responsabilidad que se ejerce, debido a que el tipo de atuendo no corresponde con la imagen que se debe proyectar.
Cada profesión tiene su toque. Hay que detectar el estilo adecuado y definir en cuál grupo entramos:
Natural o casual: es utilizado por quienes se dedican al área de la docencia, periodismo, arquitectura, ingenierías y deporte. Este tipo de trabajos requieren atuendos casuales, con ropa cómoda, zapatos de suela plana, pantalón de mezclilla o faldas anchas. Además, es recomendable el uso de ropa deportiva e informal. Los accesorios deben ser mínimos o muy simples.
Clásico: es común en el área de medicina, abogacía, contaduría, asesoría, ejecutivos bancarios y terapeutas. Estas personas transmiten un estilo muy conservador, elegante y nada sofisticado, que proyecta seguridad y confianza. En este tipo de atuendos entran los trajes tipo sastre, que transmiten la imagen de una persona responsable, confiable, madura y conservadora.
Creativo: lo vemos en diseñadores de moda y artistas, quienes siempre están buscando una imagen distinta, que tenga algo de extravagancia u originalidad y los haga verse llamativos. Este tipo de personas no siguen las reglas de la moda y crean sus propios estilos.
Formal: estilo adoptado por empresarios y jefes que buscan dar una imagen elegante, que proyecte éxito y seguridad. Se recomienda el uso de faldas rectas, camisas y blusas elegantes -bien fajadas- acompañadas de mascadas y joyas, en el caso de las mujeres, o pañuelos para los hombres, los cuales le dan un toque especial.
Elegante: es el atuendo más admirado. Para tener elegancia no se tiene que pertenecer a una clase social alta, pues se trata de una cualidad natural que acompaña a las personalidades distinguidas. Hay un dicho que dice: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, por ello, es importante no caer en imitaciones sólo porque nos gusta cómo se ve un estilo en otra persona, se trata de construir una imagen auténtica que proyecte nuestra personalidad y gustos.
Muchas personas que utilizan este tipo de atuendo buscan ropa de diseñador o marcas conocidas. Aquí encontramos a señoras de alta sociedad, esposas de funcionarios, mujeres que trabajan en puestos públicos y políticos, así como ejecutivos y directores generales de empresas.
Romántico: se proyecta bondad, encanto y sensibilidad. Al utilizarlo, la gente inspira jovialidad y confianza, y es más fácil ganar la aceptación de los demás, sobre todo la del sexo opuesto. Además, se hace uso de colores suaves, accesorios finos y materiales ligeros. Es empleado por médicos, enfermeras y maestras de preescolar o personal de guarderías.
Seductor: imagen de quienes desean proyectar sensualidad. Se busca ropa ajustada con la que se muestre la figura. Este estilo es utilizado por instructores de gimnasio, artistas, modelos y personas que trabajan como presentadores de eventos nocturnos.
Para saber si se ha elegido el estilo adecuado, se debe pensar en la personalidad e imagen que se desean proyectar. Desde luego, no hay reglas exactas, cada persona puede encontrar un estilo combinado y jugar con ello, realizando los cambios que se consideren necesarios dependiendo de la ocasión o situaciones que se vivan en el ámbito laboral.
La cuestión es no asumir un estilo que no se acople a nuestras actividades, por ello, cada persona debe encontrar el que le siente mejor. De esta manera, los demás notarán más seguridad y confianza, razón por la cual a veces es necesario cambiar de look, para encontrar el estilo que nos resulte más beneficioso. La cuestión es atreverse a buscarlo.