La campeona olímpica de halterofilia Soraya Jiménez, fallecida ayer de un infarto, pasará a la historia como la primera gran heroína del deporte mexicano, después de la cual hubo un antes y un después entre las mujeres de su país.
Nacida en Naucalpan, Estado de México, el 5 de agosto de 1977, Soraya llegó a su deporte favorito poco antes de cumplir 11 años, un día que asistió al gimnasio para fortalecerse con pesas tras una lesión como jugadora de baloncesto de la categoría escolar.
A partir de ahí comenzó en la halterofilia, primero de manera desordenada y luego como profesional. En 1997 fue medallista mundial juvenil y un año después ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con 182.5 kilogramos para derrotar por amplio margen a la venezolana Liliana García.
En 1999 fue segunda en los Panamericanos de Winnipeg, Canadá, con 190 kilos, y quedó octava en el Campeonato Mundial, pero su gran proeza la consiguió el 18 de septiembre del 2000 en los Juegos Olímpicos de Sydney al vencer a las favoritas y ganar el cetro olímpico con 225.5 kilos para superar a la coreana Ri Song Hui.
Aquella actuación la convirtió de una sola vez en una de las deportistas más grandes de América Latina, primera campeona olímpica de su país, actuación que igualó ocho años después la peleadora de taekwondo María Espinoza.
Sin embargo, poco después de ganar su oro olímpico, comenzaron los problemas para la competidora que sufrió alrededor de 14 cirugías y tuvo conflictos con la Federación Nacional que la acusó de haberse dopado, algo jamás demostrado, y de haber falsificado unos documentos para entrar a la Universidad.
Con cirugías en las muñecas, en la rodilla y varias en una pierna que según su médico estaba en condiciones similares a la de un adulto mayor, Soraya insistió como deportista, pero jamás fue la misma, y en el 2002, en El Salvador, perdió el título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe ante la venezolana Grety Lugo.
En los Panamericanos de Santo Domingo 2003 volvió a ser segunda y poco antes de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 anunció su retiro.
Al dejar las exigencias del deporte de alto rendimiento, los médicos esperaban su recuperación, pero cargaba muchas secuelas, sus defensas estaban bajas, y después de gripes y neumonías, en el 2007 perdió el pulmón derecho.
Nunca se recuperó, aunque insistió en mantenerse activa con la práctica del ejercicio físico. Algunos de sus compañeros del deporte comentaron que en los últimos meses se le veía con poca energía y con necesidad de tomar mucha agua, tras consumir altas cantidades de antibióticos para sus males.
Con la mentalidad de ganadora que la llevó a campeona olímpica, Soraya siempre insistió en salir adelante y mostró optimismo. El martes pasado asistió a una revisión de garganta, pero cumplió con su sesión de su gimnasio.
Todavía antier, Soraya se mostró de buen ánimo ante un ramo de flores que colocó en su muro en la red social Facebook, sin embargo se había lamentado de un fuerte insomnio que no pudo controlar con pastillas.
Si bien su carrera deportiva fue corta y su vida de apenas 35 años, Soraya Jiménez fue un ejemplo de atleta competitiva en el mejor momento, en unos Juegos Olímpicos, lo que le permitió marcar un antes y un después entre las mujeres deportistas de México.
Polémica en su vida
Soraya Jiménez es recordada por ser la primera mujer mexicana en conseguir una medalla de oro olímpica. Sin embargo, no todo en su vida fue fama y gloria, pues la famosa pesista también fue conocida por sus escándalos fuera del deporte y por su complicado estado de salud:
* La noticia que afectó más la imagen de Jiménez salió a la luz pública en 2002, cuando dio positivo en una prueba antidopaje. Soraya fue inhabilitada seis meses de toda competencia deportiva, pero semanas después fue exonerada por la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas.
* La atleta capitalina siempre desmintió esta versión y argumentó que Martha Icela Elizondo, presidenta de la Federación Mexicana de Halterofilia, nunca le mostró los documentos que la acusaban.
* Poco tiempo después se le acusó de falsificar documentos de la UNAM que la acreditaban como pasante de la licenciatura de Administración de Empresas, con el fin de participar en el Campeonato Mundial Universitario de 2002.
* Soraya respondió a los cuestionamientos con el mismo argumento que en el doping, y lanzó la indirecta de que Elizondo habría comprado los documentos en la plaza capitalina de Santo Domingo.
* Antes del infarto que terminó con su vida, Jiménez había atravesado por problemas de salud como la pérdida de un pulmón, cinco paros cardiorrespiratorios y 14 operaciones de rodilla.
Soraya pidió tener un funeral discreto: Padilla
El presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, reveló que la campeona olímpica de Sydney 2000, Soraya Jiménez, pidió hace unos días a un familiar cercano tener un sepelio discreto cuando muriera. "Le manifestó a un familiar cercano, que desde luego permitan guardar la discreción, que ella no quería ningún homenaje fuera de donde estuviera velada", dijo.
Luego de acudir a brindar sus condolencias a la familia de la halterista, Padilla Becerra sostuvo que la medallista pidió que su cuerpo fuera cremado en el mismo lugar en donde fuera velada.
"De tal manera que el Comité Olímpico Mexicano le rinde un homenaje con cariño y con el respeto a la campeona olímpica. Además era miembro permanente de nuestro comité y para nosotros es muy doloroso", aseveró.
Padilla Becerra acudió al departamento en donde vivía la primera mujer mexicana en obtener una medalla oro en Juegos Olímpicos, acompañado por el director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Jesús Mena.
De acuerdo con los familiares, el cuerpo de Jiménez Mendívil será trasladado a una agencia funeraria ubicada en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México.
Por su parte, Francisco Hernández, amigo de la familia Jiménez Mendívil, dio a conocer que la medallista olímpica de Sydney 2000 en levantamiento de pesas, Soraya Jiménez, habría muerto mientras estaba dormida en el interior de su departamento y fue el servicio doméstico quien la encontró.
"No hay mucha información, Soraya tenía un problema pulmonar que la tuvo internada recientemente y tuvo complicaciones en relación a ese problema. Todo parece indicar que se quedó dormida", declaró.

Adiós a la primera heroína mexicana