La Cámara de Diputados aprobó la Reforma Energética que le envió el Senado, la cual permite por primera vez la inversión privada en el sector energético, terminando así con el monopolio de Petróleos Mexicanos. Se aprobó por 354 votos a favor y 134 en contra.
Sin discutir el contenido de la minuta, la mayoría de legisladores -PRI, PAN, PVEM y Panal- dieron su aval para concretar las modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, con el propósito de abrir a la Iniciativa Privada (IP) el sector energético.
Los intentos de las bancadas del PRD, PT y MC para que la minuta fuera debatida en comisiones o diferida para el próximo año fueron frustrados, incluso a pesar de la estrategia de apoderarse del salón de plenos de la Cámara de Diputados.
Entre los cambios destacan: la determinación de sacar al sindicato petrolero del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y permite que la IP participar en el sector energético de varias maneras: con contratos de servicios, de utilidad competida y de licencias.
Los legisladores debatían anoche más de 100 reservas, pero se prevé que todas sean rechazadas.
Al cierre de la edición, los legisladores perfilaban aprobar el dictamen en lo particular donde se permite contratos de servicios (que el Estado pagará con efectivo); de utilidad compartida (en que el Estado compartirá un porcentaje de la utilidad); de producción compartida (que el Estado repartirá con la empresa un porcentaje de la producción obtenida) y contratos de licencia, con la transmisión onerosa de los hidrocarburos, en que la empresa tendrá que pagar por el producto, una vez que hayan sido extraídos del subsuelo.
Tensión. En la votación algunos diputados se enfrentaban verbalmente y otros estuvieron a punto de llegar a los golpes.