El pintor noruego Edvard Munch nació en Löten el 12 de diciembre de 1863; es considerado el padre del expresionismo y comenzó sus estudios de pintura junto al maestro Christian Krohg.
De acuerdo la biografía que difunde el sitio especializado en arte, “artepinturaygenios.com”, en 1885 se trasladó a París y a su regreso a Noruega modificó su forma de pintar, acentuando el carácter expresionista de sus cuadros, al mismo tiempo comenzó a entrar en contacto con la bohemia de la ciudad.
En 1889, retornó a París y empezó a interesarse por el neoimpresionismo, Gauguin y Van Gogh, no obstante pese a estar influido en gran medida por el primer pintor, los temas principales de sus obras son el amor y la muerte.
El sentimiento de soledad, dolor y amargura de sus cuadros, las expresiones demacradas y exaltadas de los rostros en sus creaciones, las líneas alargadas y sinuosas en sus figuras y la agitación en el tratamiento de los colores se mostraron como influencia para Munch, de parte de los artistas germanos.
Entres sus obras más reconocidas se encuentran: “El Grito” (1893), “Ansiedad” (1894), “Las cuatro edades” (1904) y “Asesino en la alameda” (1919).
Hasta su fallecimiento, el 23 de enero de 1944, se sucedieron los tributos como reconocimiento a su prolífica y espléndida trayectoria, en la que también figuran aguafuertes, litografías y xilografías de manera magistral.
Como curiosidad cabe apuntar que tras el famoso robo de “El Grito”, en 2005, el cuadro fue recuperado con desperfectos menores, y las medidas de seguridad que lo custodian fueron reforzadas de manera inmediata y ostensible.