
Partidos políticos y activistas egipcios exigieron hoy al Parlamento retirar el voto de confianza al primer ministro Kamal al-Ganzouri, ante la violencia surgida la víspera tras un partido de futbol en Port Said.
Partidos políticos y activistas egipcios exigieron hoy al Parlamento retirar el voto de confianza al primer ministro Kamal al-Ganzouri, ante la violencia surgida la víspera tras un partido de futbol en Port Said, agravando la crisis política.
Durante una reunión de emergencia de la Asamblea del Pueblo para examinar la situación tras la tragedia, que comenzó con un minuto de silencio en honor de las víctimas, organizaciones políticas y aspirantes a la presidencia exigieron la destitución del gobierno.
Pese a que la Constitución provisional no concede al Parlamento jurisdicción para retirar el voto de confianza al gobierno provisional, políticos y activistas consideraron que al-Ganzouri es incapaz de guiar al país, por lo cual debe ser destituido.
En una declaración, el liberal Partido Wad indicó que Egipto necesita un gobierno que trabaje en el pleno cumplimiento a las demandas de la Revolución de 2011, una de ellas dar seguridad al país, lo cual el gobierno no ha cumplido, y prueba de ello es lo ocurrido en Port Said.
Al menos 79 personas murieron y más de mil resultaron heridas la víspera por una ola de enfrentamientos y disturbios surgidos tras un partido de futbol en la ciudad de Port Said entre el club local Masry y el Ahly, un equipo con sede en El Cairo.
Los disturbios estallaron cuando cientos de aficionados, conocidos como ultras, seguidores del Masry irrumpieron en la cancha para agredir a los futbolistas del equipo contrario y a los seguidores del Ahly.
En su declaración, Wad instó al Parlamento a cumplir con su deber de impulsar la transición política de Egipto y convocar de inmediato a elecciones presidenciales para poner fin a las divisiones entre el pueblo, según la edición electrónica del diario Egypt Independent.
Frente a la tensión, el primer ministro egipcio asumió ante los legisladores la responsabilidad política por los disturbios en Port Said, y aseguró que está dispuesto a rendir cuentas ante la justicia si se lo piden.
“Estoy dispuesto a cumplir con cualquier instrucción que me pida rendir cuentas, porque sé que soy responsable políticamente”, subrayó al-Ganzouri ante el Parlamento, al que informó que aceptó la dimisión del gobernador de Port Said, general de División Mohamed Abdulá.
Además de aceptar la renuncia del gobernador, el jefe de gobierno ordenó el cese de los mandos policiales responsables de los agentes desplegados en el estadio de futbol y la destitución de todos los responsables de la Federación de Futbol Egipcia.
A la demanda del partido liberal se unieron organizaciones de activistas y los aspirantes a la presidencia Hazem Abu Ismail y Ayman Nour, quienes responsabilizaron al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, máxima autoridad en Egipto, de la tragedia en Port Said.
A través de su cuenta en Facebook, el Consejo expresó su indignación por lo sucedido, declaró tres días de duelo nacional y ordenó a las Fuerzas Armadas hacer lo posible para garantizar la seguridad, aunque algunos acusaron a los uniformados de la violencia.
El presidente del Parlamento egipcio, Osama Yassin, acusó a las fuerzas del orden de “negligencia” tras la tragedia en Port Said y aseguró que el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, estuvo detrás de la violencia.
“No se trata de un enfrentamiento entre deportistas, sino del guión de un caos organizado. Este guión se basa en la provocación con el fin de producir violencia. Su objetivo es abortar la revolución y acabar con el cambio democrático en Egipto”, afirmó.
En tanto, multitudes indignadas por lo sucedido cerraron la céntrica Plaza Tahrir de El Cairo, epicentro de la revuelta que provocó la caída de Hosni Mubarak, y el Ministerio del Interior para exigir que la Junta Militar ceda de una vez por todas el poder a un gobierno civil.