
Vendido al doble de lo estimado.
Un disfraz de arlequín que Freddie Mercury lucía en sus conciertos se vendió ayer en Londres por 35 mil 310 dólares en una subasta de recuerdos del mundo del cine y la música, organizada por la sala Bonhams. El traje, una malla en blanco y negro que duplicó el precio estimado, estaba inspirado en uno que vistió el legendario bailarín Nijinsky y fue uno de los que el líder de la banda británica Queen lució en diferentes colores en varios shows.