
Sólo una misión de mantenimiento de la paz de la ONU compuesta por cascos azules podría lograr una tregua a la violencia en Siria.
Sólo una misión de mantenimiento de la paz de la ONU compuesta por cascos azules podría lograr una tregua a la violencia en Siria, consideró hoy el representante especial para ese país, Lakhdar Brahimi.
“No hay duda de que lo que se necesita urgentemente en Siria es un cese al fuego que pueda mantenerse”, expresó Brahimi, quien agregó que la experiencia hacía suponer que sólo una tregua “fuertemente supervisada” tendría posibilidades de éxito.
Tras una sesión ante el Consejo de Seguridad, el diplomático tunecino dijo que “se necesita una misión de mantenimiento de la paz”, una decisión que sólo podrían tomar los 15 miembros de este órgano de Naciones Unidas.
Brahimi manifestó que la situación en Siria se ha deteriorado a tal nivel que los esfuerzos regionales eran ya incapaces de hacer que el gobierno y las distintas facciones de la oposición pudieran sentarse a negociar una solución política para terminar con la violencia.
Explicó en ese sentido que “el único lugar en que una solución pacífica puede ser iniciada es en el Consejo de Seguridad”, que debería aprobar una resolución que sentara las condiciones para el diálogo y para implementar un plan delineado ya en negociaciones internacionales.
Para solucionar una “situación que es mala y que sigue empeorando, es preciso establecer un gobierno de transición en Siria, con poderes plenos ejecutivos, y que pudiera convocar a elecciones en un plazo determinado, señaló.
Por el momento, sin embargo, el Consejo de Seguridad no discute ninguna resolución en torno a Siria, ni siquiera una declaración de condena a los ataques terroristas que la víspera causaron en Damasco que al menos 35 personas perdieran la vida y heridas a 90 individuos.
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, condenó tales atentados en “los términos más enérgicos”, y reiteró que la violencia terrorista contra la población civil era inaceptable en todas circunstancias.
Agregó que esos actos de violencia hacen patente la urgencia de romper la espiral destructiva de guerra en Siria y de avanzar urgentemente hacia una solución política y pacífica que refleje las aspiraciones legítimas del pueblo sirio.
El conflicto en Siria, que comenzó hace 21 meses, ha causado la muerte de al menos 20 mil personas, además de que ha obligado a que 440 mil individuos busquen refugio de la violencia en países vecinos y que 2.5 millones de sirios precisen de ayuda humanitaria para subsistir, de acuerdo con la ONU.
Asimismo, un informe publicado este jueves por Human Rights Watch estableció que la oposición usa niños para combatir y para otras tareas militares, lo que fue duramente condenado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Una salida negociada al conflicto, sin embargo, podría no estar en los planes de algunas potencias del Consejo de Seguridad, que se han manifestado por derrocar al actual gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Una nota publicada este jueves por el diario The New York Times reveló que el gobierno de Estados Unidos está considerando la posibilidad de otorgar armamento directamente a las fuerzas rebeldes en Siria.
Cuestionado al respecto, el representante de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, comentó que la militarización del conflicto sólo empeoraría la situación en el terreno y que complicaría un eventual proceso de paz.
Aseguró que Rusia –que ha bloqueado en tres ocasiones resoluciones de condenan al gobierno de Siria , que abrirían la puerta a sanciones contra el régimen– está dispuesta a impulsar un proceso político inclusivo desde el Consejo de Seguridad.
“Necesitamos hallar a gente responsable de ambos lados del conflicto, para que sean creativos, se traguen su orgullo e inicien el diálogo”, enfatizó.