
Filme. El actorHernán decidió participar en la cinta ya que desde que leyó el guión le gustó el tema y la trama.
Hijo de Héctor Mendoza (1932-2010), Hernán Mendoza ha hecho la mayor parte de su carrera actoral entre las tablas; sin embargo, tuvo una participación importante en Después de Lucía, de Michel Franco, y se fue a Cannes para ser testigo del triunfo de esa cinta en la sección Una cierta mirada. Actualmente, Mendoza participa en la obra Ira: suave lluvia para heraldos negros, de Javier Malpica, dirección de David Psalmon, que se presenta de jueves a domingo en el teatro El Granero, del Centro Cultural del Bosque.
Trata acerca de la reconciliación entre una mujer y el asesino de su padre (a partir de un hecho real), así como de la intolerancia de una mujer, incapaz de aceptar a su hijo tal cual es. En entrevista, Hernán Mendoza comentó acerca de su viaje a Francia, de su trabajo en Ira, de un infarto al que sobrevivió el año pasado y de otros temas.
→ ¿Qué tal la experiencia en el Festival de Cannes?
Sensacional porque no me la esperaba. Tuve que romper varios cochinitos y me fui con mi mujer.
→ ¿El festival no paga los gastos?
No. Se supone que paga la producción de la película, y se supone que me van a reintegrar parte de lo que gasté; espero que sea cierto, ja, ja.
→ ¿Cómo fue que a un actor de teatro le dieron un papel estelar en una película?
Curiosamente, por eso mismo. A Michel Franco no le gusta mucho el teatro porque dice que los actores son muy sobreactuados; sin embargo, Nailea Norvind lo llevó casi a fuerza a verme en La controversia de Valladolid, de Jean Claude Carrière, que dirigió José Caballero. Ahí me vio Michel y pensó que si yo estaba muy natural en teatro, podía estarlo aún más en cine. Me mandó el guión, me encantó y le entré.