La Piedad frenó el paso invicto de Dorados, lo derrotó 3-1 (global 3-2) para coronarse campeón del Torneo Apertura 2012 de la Liga de Ascenso MX. (Jam Media)
El ascenso ya tiene a su primer campeón y se llama La Piedad. Los Reboceros derrotaron a Dorados por 3-1 (global 3-2) en tiempo extra, en juego que pudo marcar el adiós de Cuauhtémoc Blanco.
Partido digno de final en cuanto a intensidad, pobre en capacidad técnica-táctica y sobre todo arbitral, ya que el trabajo de Carlos Martínez rayó en lo ridículo, influyendo en contra de ambos cuadros, los cuales terminaron con nueve jugadores.
Juego de final, pero de final de llano, por los errores de todo tipo que existieron. Apenas a los 2', los Reboceros descontaron la ventaja que traían de la ida con un tanto de Emanuel García, un tanto precedido por una mano del delantero Cavallo. La "pachanga" comenzaba temprano.
La respuesta de Dorados fue inmediata y Daley Mena fue derribado en el área contraria. No se marcó el penalti y para colmo, minutos después, Güemez es expulsado. Había problemas para Dorados, los que se incrementaron cuando casi al finalizar la primera parte, Cavallo metió el segundo local.
Comenzó el segundo tiempo y el árbitro decidió que era hora de equivocarse para el lado dorado. De la mano de Blanco y de las pifias arbitrales, vino el gol de Gustavo Ramírez, a centro de Cuauhtémoc, que igualaba el global. La tragedia se vino encima. El estadio Juan N. López comenzó a frustrarse y comenzaron a agredir desde la tribuna a la cancha.
Eso no fue todo. La Piedad en apenas 15 minutos vio cómo dos de sus jugadores se iban expulsados: Jesús Sánchez (65') y Carlos Cárdenas (68'). El guión cambiaba, ahora era La Piedad la que quería alargar el tiempo para llegar a los penaltis.
El juego era cortado por la gran cantidad de faltas y la ineptitud del silbante y el juego se fue al alargue.
En cuanto comenzó el tiempo extra vino la dura falta del capitán local, Luis Martínez, sobre Cuauhtémoc. Sí, Blanco, quien ya no corre como antes, pero que piensa más ahora. De su mano, los Dorados se habían levantado, de su experiencia tenía a su equipo cerca del título, pero vino esa falta y el "10", con 39 años encima, ya no fue el de antes.
Con una pierna, Blanco vio cómo el mismo Martínez anotaba desde fuera del área el gol que definía. La Piedad enloqueció. El título ya era suyo. Como colofón, Ismael Fraustro, portero de Culiacán, se fue expulsado y cuando pasó por la banca visitante agredió al técnico rebocero Juan Antonio Luna.
Se pitó el final. La Piedad consiguió la mitad de la gloria y Blanco se fue al vestidor enojado, por lo que no salió a recibir la medalla de subcampeón, en una final que fue una pachanga.
