El especialista en angiología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS en Jalisco, Carlos Rubén Ramos López, dijo que después de las várices, la flebitis es una afección altamente frecuente y tiene presencia anual en México de cerca de 200 mil casos.
Expresó que se trata de una enfermedad circulatoria que puede ser mortal debido a que promueve la formación de coágulos, los cuales al fragmentarse y llegar al torrente sanguíneo, pueden obstruir estructuras vitales como venas pulmonares, de manera principal.
Agregó que el tromboembolismo pulmonar es la complicación más grave que desarrollan quienes padecen flebitis.
Esta se define como “una obstrucción súbita de la circulación de las venas profundas de las piernas (extremidades inferiores) y eventual en brazos, la cual trae como consecuencia formación de coágulos en el interior del sistema circulatorio venoso”.
Sobre las principales causas de la flebitis, citó las alteraciones en las paredes de los vasos sanguíneos y en el aumento en la cantidad de glóbulos rojos, “este último muy frecuente en personas que fuman, como un mecanismo compensatorio para aumentar la oxigenación”.
Comentó que un tercer motivo importante lo constituye la “estasis venosa, es decir, un 'enlentecimiento' del flujo sanguíneo en el interior de las venas, lo que hace que el regreso de la sangre venosa desde las extremidades hacia el corazón sea ineficiente”.
“En combinación con los otros factores, provoca la formación de coágulos, y con ello el riesgo de que se desprendan dichas consecuencias”, apuntó.
Explicó que tabaquismo, obesidad mórbida, algunas patologías de la sangre (cierto tipo de leucemias), deshidratación y hasta el permanecer sentado durante largos periodos de tiempo “como en un viaje intercontinental, aumentan el riesgo de desarrollar flebitis”.
Añadió que en pobre consumo de agua facilita la deshidratación y con ello que la sangre se haga más densa, “si a esto se añade que la persona padece hipertensión, diabetes u otra patología que comprometa su sistema circulatorio, el riesgo de flebitis aumenta”.
“Aumento en el volumen de la extremidad afectada, constituye uno de los principales síntomas, aunque también existen pacientes que refieren sensación de pesadez en la extremidad y dificultad para la caminata, lo que médicamente se conoce como claudicación”, dijo.
Afirmó que cuando hay complicaciones, al formarse coágulos y desprenderse hacia las venas pulmonares, “los síntomas son dificultad respiratoria súbita, falta de aire, sensación de ahogamiento y taquicardia”.
“En casos severos puede producir tos que tiene rastros de sangre, debido a que la presión llega a ser tan intensa que rompe los vasos sanguíneos de los alvéolos del pulmón y esto hace que se mezcle la secreción pulmonar habitual con sangre”, agregó.
Dijo que el grupo de adultos mayores, sobre todo posterior a una cirugía de cadera o de rodilla, que les implica inmovilidad prolongada.
“Aunque también las mujeres embarazadas que cursan con alguna patología agregada, como hipertensión, son también altamente proclives a presentar flebitis”, comentó.
En cuanto al tratamiento, mencionó que éste puede ser con fármacos orales, inyectables e incluso requerir de una intervención quirúrgica, en función de la etapa de captación.
Cuando se pasa de este periodo crítico de 96 horas, agregó, la atención debe ser en los primeros siete a 10 días, que es el tiempo que tarda el organismo en que los coágulos se fijen a la pared de las venas para evitar que se fragmenten y viajen a la circulación sanguínea.
Manifestó que en este caso se usan anticoagulantes para inhibir la formación de más trombos (coágulos).
Resaltó que la cirugía está reservada para la 'flegmasia', que es una invasión de todo el sistema venoso profundo de una extremidad inferior con alto riesgo de fragmentación de coágulos.