
La cantautora islandesa cimbra el Nicho de la Música ante los miles de fanáticos que disfrutaron de uno de los mejores conciertos de este encuentro.
La Cumbre Tajín sucumbió ante la energía y magnetismo de la cantante islandesa, Björk quien se encargó de cerrar la treceava edición del festival con un show mezcla de interacción multimedia, eclecticismo y gran potencia de voz, característica de la intérprete que se dejó envolver por la majestuosa ciudad sagrada.
Aunque se solicitó de manera insistente la prohibición de cámaras fotográficas con flash, personal del Nicho de la Música tuvo que retener miles de dispositivos fotográficos de los asistentes quienes estaban dispuestos a documentar el regreso de la cantante tras cinco años de ausencia en el país.
Enfundada en su característico vestido color celeste metálico, la peluca naranja y con la suficiente agitación para danzar de un lado al otro del escenario al ritmo de los sintetizadores, la solista interpretó temas como Cosmogony y Hunter.
A pesar de que la lluvia amenazó la región totonaca, los truenos salieron del escenario en conjunción con los arpegios de Thunderbolt y la potente voz de las coristas que acompañaron a la también actriz.
Es bien conocido que Björk es temperamental, pero la noche del miércoles el aire impregnado de armonía apoyó para que la compositora pidiera a su fans que enfundasen sus aparatos.
"Ok, venimos todo el camino hacia México y estamos muy felices de estar aquí pero no puedo ver sus caras por todas esas cámaras. Estén este momento conmigo", pidió en inglés, cuando en diversos momentos expreso su agradecimiento a la audiencia que se rindió ante su frenetismo.
Crystalline y Virus se sumaron a la lista de canciones que la pasada noche hicieron vibrar a sus fieles, muchos permanecieron varias horas, incluida la mañana donde se esperaba a la cantante de 46 años para realizar soundcheck.
Algunos de los temas que más corearon sus fans fueron Pagan Poetry y One Day, en una presentación que a penas duró una hora, con la intervención de un órgano que engalanó el proscenio.
Incluso la gente llegó a olvidar que Sinead O'Connor era otra de las opciones del cartel para este cierre, con el gran mérito que hizo la realizadora de Biophilia, octavo álbum de estudio que se encuentra a disposición de una famosa marca de computadoras con su propio app.
La noche del miércoles recibió de la islandesa la carga de poder musical con la más alta energía en un espacio ancestral y mágico.
Antes el IMS (Instituto Mexicano del Sonido), logró elevar las energías con temas de fusión electrónico y popular.
Regresarán las entradas
Por otra parte el director del festival Cumbre Tajín, que este año cumplió su edición 13, Salomón Bazbaz habló de la cancelación del show de la cantante Sinead O’Connor, quien cerraría junto con la islandesa Björk la festividad el pasado miércoles.
“A nosotros nos avisaron el miércoles en la tarde, nos decían que sí y que no podía tomar el avión, pero nosotros desde que lo anunciamos estamos poniendo changuitos para que llegara. Pues sabíamos que estaba pasando por momentos muy difíciles”.
Puntualizó que a los asistentes que venían exclusivamente a ver a la artista se les devolverá su pago en la entrada.
“A cualquier persona se le regresará su dinero, nosotros estamos viendo que se regrese el adelanto que se le envió con la empresa que se contrató”.
Por otro lado reiteró que la invitación a Cumbre Tajín seguirá abierta para la intérprete de Nothing Compares 2u.