
la hiponatremia, entendida como una disminución de sodio en sangre, es una complicación relativamente frecuente en los adultos mayores ocasionada por medicamentos y bajo consumo de agua, y puede ser tan leve que se manifieste con sueño y cansancio excesivo y tan grave, que puede ocasionar la muerte. INGIMAGE
El experto en Geriatría del Hospital General de Zona número 89 del IMSS en Jalisco, Mario Gómez de León, indicó que los ancianos son proclives a la hiponatremia.
Señaló que la hiponatremia, entendida como una disminución de sodio en sangre, es una complicación relativamente frecuente en los adultos mayores y puede ser tan leve que se manifieste con sueño y cansancio excesivo y tan grave, que puede ocasionar la muerte.
Dijo que la pérdida del mecanismo de la sed, aunado a que muchos ancianos tienen enfermedades que requieren la ingesta de diuréticos (medicamentos que hacen orinar), contribuyen a que un buen número de personas de la tercera edad desarrollen esta complicación.
Comentó que el grueso de los casos de este padecimiento son iatrogénicos, esto es consecuencia de la administración de los citados medicamentos y la poca ingesta de agua, “por lo que es necesario vigilar el aporte de sal y de líquidos en estas personas”.
Destacó que es frecuente que a los adultos mayores se les limite el consumo de sal, porque muchos de ellos son hipertensos o tienen algún grado de daño renal, “pero por otro lado, no se tiene un cuidado tan estricto en cuanto a la cantidad de agua que toman, de ahí que caigan fácilmente en hiponatremia”.
Explicó que el sodio es uno de los electrolitos fundamentales para el funcionamiento de diferentes órganos y sistemas, de ahí que su disminución se traduzca “en manifestaciones como las ya referidas de cansancio y deseo excesivo de dormir”.
Afirmó que en fases moderadas la hiponatremia acarrea episodios de confusión, “el anciano puede presentar psicosis ya sea en su forma hiperactiva, caracterizada por agitación o hipoactiva con apatía”.
“También llega a tener episodios delirantes, síntomas que no deben pasarse por alto, ya que son la antesala para que la baja de sodio llegue a niveles tan disminuidos que lleven a la persona a un estado de coma y muerte”, abundó.
Subrayó que en su modalidad leve, ese trastorno puede resolverse en casa al incrementar el aporte de sal y en las etapas moderada y severa se requiere de apoyo profesional.
Agregó que en la mayoría de estos casos, la hospitalización es necesaria, porque la reposición de sodio debe hacerse gradual, ya que de lo contrario hay riesgo de inflamación cerebral, “potencialmente mortal”.