
A punto de cumplir 70 años, el músico argentino-israelí Daniel Barenboim impulsa la creación de una academia para músicos de Oriente próximo, en beneficio de jóvenes árabes e israelíes, la cual se espera comience a operar a mediados de 2015. ARCHIVO
Daniel Barenboim nació el 15 de noviembre de 1942 en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Sus padres, Enrique Barenboim y Aída Schuster eran inmigrantes provenientes de Rusia y destacados pianistas. Daniel tomó lecciones de piano con su madre y, posteriormente, con su padre.
Su debut lo hizo en Viena a la edad de siete años y fue invitado de Igor Markevich a tomar clases en Israel, convirtiéndose así en el miembro más joven de su cátedra. Allí conoció al compositor alemán Wilhelm Furtwängler, quien lo invita a ensayar “Don Giovanni”.
Según el portal oficial del director “danielbarenboim.com”, cuando tenía 11 años y después de su participación con la Orquesta Filarmónica de Berlín, Furtwängler lo calificó como un fenómeno musical y lo apoyó para hacer crecer su carrera.
Además, estudió con la francesa Nadia Boulanger, luego al lado de André Cluytens y la Orquesta de la Société du Conservatoire realizó su debut en París donde interpretó la pieza “K271” de Mozart. Después colaboró con Arthur Rubinstein y Leopold Stokowski, quien lo invitó a tocar con él.
En 1956, apoyado por Rubinstein realizó algunas presentaciones en Nueva York y Londres. Más tarde, Daniel se incorporó a la filarmónica de Israel como solista, con la que se presentó en países como Argentina, Australia, Rusia o Japón, según señala el sitio “biografiasyvidas.com”.
Debido a su gran talento, por más de 20 años las grandes orquestas de diversas partes del mundo se disputaron a Daniel, finalmente, se incorporó a la English Chamber Orchestra en 1966. A partir de aquel momento, se convirtió en un protagonista fundamental de la escena musical.
Barenboim realizó una producción discográfica con los conciertos para piano de Beethoven, dirigido por Rubinstein. En 1967, contrajo nupcias con la chelista británica Jacqueline du Pré, quién falleció en 1987 como resultado de una esclerosis múltiple.
La película “Hillary & Jackie” estrenada en 1999, recupera las relaciones íntimas y tortuosas de Barenboim, filme que causó grandes polémicas de las cuales el director se mantuvo al margen, consagrado siempre a sus múltiples compromisos musicales.
Actualmente, es considerado uno de los mejores directores de Wagner del mundo. En el 2001, ejecutó una pieza de “Tristán e Isolda”, durante el Festival de Israel, y de este modo Daniel desafió el boicot oficial a las obras del compositor alemán.
Este hecho llegó al parlamento, cuya comisión de Cultura recomendó declarar al músico persona non grata "hasta que no se disculpe públicamente por haber ejecutado allí una obra del compositor favorito de Adolf Hitler".
Sin embargo, el mismo Barenboim, como judío, se mostró convencido de que la música es un instrumento ideal para tender puentes.
Dos meses después, dirigió un grupo de 73 jóvenes músicos israelíes, palestinos, jordanos y libaneses en el Taller West-Eastern Divan, con el objetivo de acercar a árabes, judíos y palestinos a la música, quienes ahora residen en Berlín, donde dirige la orquesta Staatskapelle.
En el 2008, Barenboim recibió la Medalla de Oro Royal Philharmonic Society, así como el primer Doctorado Honorario en música otorgado por la Escuela de Estudios Orientales y Africanos. Ha trabajado con Mahler y Bruckner, con la Orquesta West-Eastern Divan.
Publicó un libro de ensayos sobre la música y la vida titulado "Todo está conectado". Asimismo, interpreta el recital completo de Liszt en la Ópera Metropolitana, el primer recital de piano con la actuación especial de Vladimir Horowitz.
En el pabellón de las Naciones Unidas, la Asamblea General, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la declaración de los Derechos Humanos, Daniel Barenboim dirigió un concierto de año nuevo con la Filarmónica.