I.- Algunos aspectos de su vida familiar.
En la pequeña villa de Zeanuri, municipio de la Provincia de Vizcaya. País Vasco, España, nació Leonardo Zuloaga, el 5 de noviembre de 1806 y se le bautizó el día siguiente en la iglesia de LaAsunción deNuestra Señora. Fue hijo de Pedro Ambrosio Zuloaga Echezarraga y de Lucía Olivares Anibarro. Fueron sus hermanos mayores:María Antonia, José Francisco Ramón, Ramón y Alexo Domingo; y los menores:Marta, Dominga, Justo Pastor, Remigio, Ramón Nonato y Pedro.
Un poco después del nacimiento de Leonardo, España vivió una época convulsionada por los movimientos militares de las fuerzas francesas de ocupación de Napoleón; en Marzo de 1808, el mariscal Murat, cuñado de Napoleón, llegó aMadrid con el rango de general en jefe de las fuerzas francesas; se negó a reconocer a Fernando VII como rey de España, en quien su padre Carlos IV abdicó su trono y tenía el encargo de llevar a Bayona a toda la familia real. La ocupación francesa se mantuvo en territorio español hasta octubre de 1813. En ésa época las Cortes de Cádiz, promulgaron en marzo de 1812 la Constitución Española, y en febrero de 1814, decretaron el retorno del monarca Fernando VII. A su regreso a España, el restaurado monarca español decretó la disolución de las Cortes, la derogación de la Constitución y la detención de los diputados liberales y de sus seguidores. Con ello comenzó el regreso del absolutismo.
Fernando VII se opuso a los decretos y a la constitución de las Cortes de Cádiz que significaban el paso de un Estado absolutista a uno constitucional.
En ese clima de sobresalto político español, Leonardo Zuloaga viajó a la Nueva España, y por las referencias que después hizo en su correspondencia con Santiago Vidaurri, es seguro que con él también hayan venido sus hermanos, María Antonia, Ramón y Pedro.
Desconocemos la fecha de su arribo a tierras americanas, sin embargo por esas mismas referencias al hacer mención de Francisco Cirizza, titular de la Comisión de Terrenos Baldíos de Parras, quien era originario de Parras, lo señala como:
“…amigo de mi niñez” por lo que deducimos que fue en calidad de niño, cuando estuvo por estas tierras de la antigua NuevaVizcaya, tal vez venía al cuidado de su hermana Antonia, quien nació en el año de 1800. Dicha señora se radicó en la ciudad de Durango y se casó con Juan Fierro, quien murió a principios del año de 1856; dicho matrimonio procreó a Juan Fierro Zuloaga. Por lo que corresponde aRamónyPedro, sabemos que se trasladaron a la Villa de Chihuahua.
Ramón, nació en 1803 y murió en la década de los cuarenta, de un hachazo en la cabeza que recibió en un ataque de los apaches. Pedro logró en 1848, adquirir de su suegro Gabino Cuilty, una próspera hacienda en dondemuchos años después se fundaría Cuahutémoc Chih.
En julio de 1860, en otro ataque apache, Pedro recibió un balazo en una pierna, que le destrozó el fémur; con el tiempo sanó de aquella herida pero quedó baldado de su pierna dañada y aún vivió para contarlo ya que murió hasta 1883; Pedro casó con Luz Cuilty y Bustamente, matrimonio del cual nacieron Leonardo y Carlos. El primero murió recién casado sin dejar descendencia, su esposa fue Concepción Bustincer. En tanto que Carlos Zuloaga Cuilty, casó con Felicita Hirigoity Gómez del Campo, de quienes nacieron Pedro, Leonardo, María (de Muñoz), Luz (de Madero), Carmen(deKraft), yMarta (de Luján). Pedro Zuloaga Hirigoiti, murió en el año de 1954.
En ocasiones a los familiares directos de Leonardo Zuloaga Olivares radicados en Chihuahua, se les ha confundido con la otra familia que vivió allá, los Zuloaga Trillo; cuya cabeza era don Manuel José Zuloaga y Mariana Trillo. Matrimonio que procreo a Félix, Luís y Tomás. Todos ellos nacidos en Álamos, Sonora y desde muy niños se radicaron en Chihuahua. El primero de ellos mediante el Plan de Tacubaya, llegó a conseguir la Presidencia de la República en enero de 1858. Por su parte nuestro personaje, Leonardo Zuloaga Olivares, de Durango se dirigió por el rumbodeParrasySaltillo, en el año de 1827, con apenas 21 años de edad, solicitó la carta de ciudadanía para no ser expulsado del país con motivo del decreto expedido por el Gobierno General, sobre la expulsión de todos los españoles del territorio nacional, medidaquese ratificóen 1829, con motivo de la expedición del español Isidro Barrada( s)Valdés, quien pretendía recuperar el territorio mexicano con apoyo del gobiernoespañol. Sus hermanoscomohemosvisto también lograron permanecer en territorio nacional.
Desconocemos el potencial económico de la familia Zuloaga en tierras americanas, sin embargo es claro resaltar que en la década de los años treinta, Leonardo logró relacionarse con la familia Ibarra, que era originaria de Saltillo y cuyo principal, don Manuel Ibarra, había comprado a principios del siglo XIX, la antiquísima hacienda de San Lorenzo de Parras, a los descendientes de don Juan Lucas de Lazaga. Don Manuel era casado con doña Isabel Goribar Arrieta y sus hijos fueron Luisa, Manuel, Candelaria, Justina y Juana.
El 3 de octubre de 1834, Leonardo se casó con Luisa Ibarra Goribar, en la iglesia parroquial deParras. Fue el sacerdote oficiante don Francisco de Arias.Por cierto en dicha boda, figuró como testigo doña Mariana Trillo de Zuloaga, lamadre de los otros Zuloaga de Chihuahua.
En ese año el padre de Luisa, ya había fallecido, sin embargo dejó a su esposa e hijos una buena herencia en bienes para su manutención. Los miembros de la familia Ibarra, habían sido educados en Bardstown, Kentucky, quienes en sus pláticas cotidianas “frecuentemente recordaban su etapa de juventud en esa ciudad de la Unión Americana”.
La hacienda de San Lorenzo, propiedad de los descendientes de don Manuel Ibarra, a los ojos de George Hughes, topógrafo del ejército deWool, cuando pasó por allí en diciembre de 1846, le pareció unamagnífica y señorial estanciacomono la había visto en todo el recorrido, desde San Antonio, Tx. El lugar en conjunto y en forma rectangular, le pareció todouncastillo que estaba resguardado por torreones colocados en cada uno de sus ángulos de la edificación. Dijo Hughes que San Lorenzo le pareció ser una rica hacienda dedicada a la siembra de maíz, trigo, algodón y frutales, en especial a la de la vid, cuya cosecha la destinaban a la producción de vinos y aguardientes; y agregó que para las actividades productivas, los Ibarra, habían traído de losEstados Unidos, alguna maquinaria para susmolinos de harina de trigo y para deshuesar el algodón.
Elmatrimonio Zuloaga Ibarra no tuvo descendencia. La falta de hijos la suplieron con la especial atención que pusieron en los niños Rojo Ibarra, quienes eran producto de la unión del español originario de Toledo, RemigioRojo Guerrero y deMaría Candelaria Ibarra; ellos se casaron en julio de 1834 en Parras, sin embargo aquella unión solo duró 11 años ya que Remigio murió de un mal hepático en abril de 1845 a los 54 años de edad. Antes de tal eventualidad Remigio encargó la atención y ayuda de su familia almatrimonio Zuloaga Ibarra, de allí su compromiso para estar al pendiente de los mismos. Fueron sus sobrinos, Remigio, Guillermo, Emilio y Fernando Rojo Ibarra.
Con aquel compromiso tan delicado, Zuloaga siempre estuvo al pendiente del comportamiento de sus sobrinos, conocía sus aptitudes y sus deficienciascomoindividuos. Ellosmurieron realmente jóvenes, Emilio falleció a los 33 años de edad, en junio de 1874, Guillermomurió en mayo de 1863 a los 28 años, Fernando lo hizo a los 38 años en octubre de 1882, y el que mas vivió fue Remigio quien falleció en 1908. De los “muchachos”Rojo el que de alguna formasobresalió, fue Guillermo quien en 1863 resultó electo como diputado por el distrito de Parras al Congreso del Estado de Coahuila, en cuya ocasión Zuloaga, externo a Vidaurri: “…el referido mi sobrino conociendo su propia insuficiencia para desempeñar dignamente este cargo rehusa admitirlo, pero las instancias de sus amigos lo hicieron convenir…”, Guillermo duró en dicho cargo escasos tres o cuatro meses, ya que murió el 16 de mayo de 1863, al respecto Zuloaga expresó a Vidaurri, “…acabo de tener el pesar de que haya fallecido mi sobrino GuillermoRojo a las nueve de la noche de ayer…”. A lo cual Vidaurri contestó: “…habiéndome causado el mas profundo pesar la noticia del fallecimiento de su sobrino don Guillermo Rojo, persona de mi mejor estimación…”. Su cuñada Candelaria murió el 1 de agosto de 1876, a los 65 años de edad. De aquella familia Rojo Ibarra, existen algunos de sus descendientes en esta ciudad de Torreón entre quienes se encuentran la familia Anaya Rojo.
De su cuñado Manuel poco sabemos, sin embargo entre los años de 1846-1847, la hacienda de San Lorenzo, aun era de su propiedad y allí residía. Del matrimonio AguayoIbarra, hubo al menos tres hijos varones, Luís, José y Andrés, quienes asesoraron a su en su viudez a su tía doña Luisa Ibarra, cuando tuvo que hacer algunas transacciones de sus múltiples propiedades El primero de ellos casó con Carolina Lajous Marchand, hija del antiguo adversario de Leonardo Zuloaga, Rene Lajous Casagne y de Guadalupe Marchand Rivera.
El matrimonio Aguayo Lajous, tuvo por hijos a Luis, José, Adrián y Luz María. En 1841, Zuloaga compró la muy antigua hacienda de los Hornos, en donde fincó su hogar junto con su esposa Luisa y en donde vivió por espacio de 22 años. En alguna vez le comentó a Vidaurri lo siguiente acerca de su Hogar: “…ni casa querida de Hornos, levantada con mis manos y llena de muebles y comodidades, gracias al esmero y trabajo de 22 años de mi mujer…”.
Leonardo como cualquier persona, solía disfrutar de los eventos sociales que se desarrollaban en la región, sobre todo no se perdía las fiestas de la vendimia, que año con año se celebraban en Parras en el mes de agosto; e1 2 de ese mes de 1859, dijo a Vidaurri: “…en la semana que entra voy a Parras… siempre suelen durar las fiestas dos semanas...”, ya pasadas las fiestas le informó el 28 de agosto siguiente: “…las fiestas han estado feas…”. Sin embargo Leonardo también asistía a la feria de Saltillo y al respecto le comentó a Vidauurri el 18 de octubre de 1863: “Yo pensaba salir para la feria de Saltillo y después para esa (Monterrey) por tener el gusto de ver a usted…”. El día que la familia Zuloaga Ibarra, celebraba con gran regocijo en compañía de familiares, amistades, peones y trabajadores, era el 26 de julio de cada año, fecha dedicada a Señora Santa Ana, patrona de la hacienda; un día después de acudir a las fiestas de Viesca en honor a Santiago Apóstol. Ambas festividades incluían desde misas solemnísimas, hasta corridas de toros.
Sobraba la comida y la bebida para todos. Al respecto comentó a Vidaurri el 26 de julio de 1856: “Hoy que es el día de la patrona de esta hacienda, deben reunirse aquí mis mejores amigos… Ayer tuvimos el gusto de celebrar en esta hacienda el día del Santo de usted…” Por su parte su esposa Luisa y los miembros de su familia, como creyentes y gente piadosa que se dice eran, llevaron a la iglesia de San Lorenzo de Parras, la Virgen de San Juan; que año con año es llevada a Parras para su veneración en los diferentes templos de la ciudad y pedir su intercesión ante el Creador, para lograr un buen año agrícola sin la falta de lluvias. Desde el 19 de agosto de 1847 ya se hablaba de aquel tipo de manifestación.
En ocasiones Zuloaga, enteraba a su amigo Vidaurri del estado del tiempo con las siguientes palabras: “Por aquí hemos tenido un invierno hermosísimo, con aguas, nieves, heladas y hasta una nevada…” (24.feb.1861). “…ha seguido lloviendo por aquí… Sigue haciendo una seca terrible… No nos ha llovido en estos días… La primavera pinta por acá… hermosísima… La sequía sigue terrible…”
Todo aquel ánimo de Leonardo Zuloaga terminó con los problemas tenidos con los matamorenses en 1863;. con la destrucción y saqueo de su casa en Hornos y el grave disgusto tenido conVidaurri a principios de 1864, llevaron a Zuloaga a resentirse deunantiguo mal estomacal que lo aquejó por siempre y que al postre le causaron la muerte. Su deceso ocurrió el 20 de febrero de 1865, en su casa de Parras (Madero y Reforma), la causa de ello fue “inflamación en los intestinos” y fue sepultado el día siguiente en el panteón de San Antonio de esa misma villa. Por su parte su esposa le sobrevivió hasta el 21 de octubre de 1886, quien murió en su hacienda de San Lorenzo de pulmonía. Se le sepultó al día siguiente en elmismopanteón de San Antonio.
Fuentes.
.-Gildardo Contreras Palacios. “Leonardo Zuloaga. Fundador del Torreón”. Colección Centenario. 2003.
.- Parras y la Laguna. Editorial Enorme. Torreón Coah. 1990.
.- Mas de Cien Documentos del Archivo María y Mateho de Parras. E. Enorme. 1997.
.-Leticia Martínez Cárdenas.
“La Región Lagunera y Monterrey. Correspondencia Santiago Vidaurri. Leonardo Zuloaga. 1855.1864.” Archivo General del Estado. Monterrey. 1999.
