Salvador Reyes admitió que siente esa ansiedad por debutar en el banquillo del Tricolor, el 9 de febrero, en el Georgia Dome de Atlanta. (Archivo)
Agencia Reforma
MÉXICO, DF.- Justo cuando Salvador Reyes tenía la resaca por otro subcampeonato con Santos, recibió una sorpresiva llamada telefónica... del otro lado de la línea estaba José Manuel de la Torre, técnico del Tricolor.
"Me habla Chepo precisamente un día después de la final (6 de diciembre) y con Héctor González Iñárritu (director de Selecciones Nacionales) me hacen saber de la invitación.
"Estaba digiriendo el no haber quedado campeones y, bueno, tuve sentimientos encontrados: por un lado estaba triste, pero por el otro sentí una gran emoción porque consideraron mi trabajo. Fueron tres días muy rápidos, de hablar con Alejandro Irarragorri y Rubén (Omar Romano), mi compromiso era grande con Santos y estaba muy agradecido con ellos, pero afortunadamente me dieron luz verde", dijo vía telefónica el auxiliar técnico de la Selección Mexicana.
Ese fue uno de los momentos por el que el 2010 ya es inolvidable en la trayectoria de Chava Reyes. En otros años le ha tocado picar piedra, como cuando ascendió al Querétaro en 2006, pero no pudo consumar la permanencia en la Primera División, o cuando no continuó en el proyecto del Necaxa.
"La verdad que en mi corta carrera como entrenador me ha tocado vivir de todo, eso me ha dado más estabilidad emocional y madurez en todos los sentidos, me siento más director técnico ahora.
"Me ha tocado vivir el descenso pese a que el equipo hizo un buen trabajo y transmitió mucho a la gente, una liguilla con Necaxa, esos dos subcampeonatos al lado de Rubén, me ha tocado mucha experiencia y madurez para aportar todo mi granito de arena en la Selección", indicó.
