
Piratas del Caribe: juventud divino tesoro
El pirata Jack Sparrow (Johnny Depp) viaja a Londres para rescatar a su primer oficial Gibbs (Kevin McNally), quien está a punto de ser condenado a la horca. Sparrow es aprehendido y llevado ante el rey, quien quiere descubrir la Fuente de la Eterna Juventud, cuyo mapa posee Jack. Para dirigir la expedición, ha contratado a Barbossa (Geoffrey Rush), rival de Sparrow. Jack escapa y se reencuentra con Angélica (Penélope Cruz), una novia del pasado, quien organiza otra expedición en busca de dicha fuente, a bordo del barco del legendario Barbanegra (Ian McShane), su padre. Jack se embarca, y deben adelantarse a los ingleses y españoles que buscan lo mismo. El peligro acecha.
LA ISLA DE LAS ALMAS OSCURAS
Desde que la saga de “Piratas del Caribe” inició con “La Maldición del Perla Negra” en 2003, fue claro que nacía una lucrativa franquicia. La gracia y la chispa de Johnny Depp en el papel de Jack Sparrow le valió ser nominado al Oscar, al BAFTA y al Globo de Oro, entre muchos otros premios. Su personaje -inspirado en el legendario Keith Richard, guitarrista de The Rolling Stones- llegó para quedarse en la mente del imaginario colectivo. Sin embargo, las secuelas fueron mermando el factor sorpresa. La saga creció en presupuesto y espectacularidad, siempre con el enigmático y ocurrente Jack Sparrow al centro, como un antihéroe del siglo XVIII. La cuarta entrega debía llegar.
LA LÁGRIMA DE UNA SIRENA
En 1987 se publicó la novela de piratas “On Stranger Tides”, del norteamericano Tim Powers. Los estudios Disney adquirieron los derechos del libro, el cual sirvió como base para que los guionistas Terry Rossio y Ted Elliot desarrollaran la cuarta película. “Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas” (“Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides”, 2011) deja de lado a ciertos personajes -Will Turner y Elizabeth Swann entre otros-, retoma a Barbossa y Gibbs y agrega a Barbanegra y su hija Angélica. Espectacular pero realizada intencionalmente con un menor presupuesto que las anteriores, “Navegando Aguas Misteriosas” podría ser la primera entrega de una nueva trilogía…
MONITO VUDÚ
“…Navegando…” recurre a un humor simplón. Aunque Rossio y Elliot han escrito las cuatro entregas, esta es la primera sin el director Gore Verbinski. El cineasta Rob Marshall (“Chicago”, “Memorias de una Geisha”, “Nine”) entra al relevo y trata de llevar a buen puerto un libreto enredoso y lleno de subtramas, algo común en toda la serie. En el filme, “más es mejor”. Ejemplo: hay que conseguir un par de cálices de Ponce de León y una lágrima de sirena para que la Fuente de la Juventud surta efecto. A favor: los niños pequeños se asustarán con las sirenas que vemos en el filme, más apegadas a las leyendas donde se originaron que a los cuentos rosas tan difundidos…
EL MAPA DE LA VIDA
“…Navegando…” es reciclaje puro -hasta Keith Richard reaparece, al igual que en la tercera parte-, así que no esperemos mucha creatividad. La taquilla favorable parece segura, Jack Sparrow bastará para ello. Mención especial merece la banda sonora de Hans Zimmer, que en esta ocasión recurre al virtuoso dueto de guitarristas mexicanos Rodrigo y Gabriela para enriquecer la orquestación. “Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas” es sólo para fans, a quienes seguramente agradará. La taquilla manda, y sus recaudaciones iniciales, aunque inferiores a las de las tres primeras entregas, nos indican que el pirata obtendrá de cualquier manera un jugoso botín...