
Locos por las compras
Jennifer caminaba sola por el pasillo del centro comercial intentando no mirar a ningún otro lado más que enfrente. De reojo observó una tienda con un vestido hermoso en el aparador. Sin vacilar, entró y lo compró. Siguió caminando por el centro comercial y ya se dirigía justo a las tiendas de moda más próximas. Sin dudarlo en ningún momento, adquirió todo lo que pudo: ropa, zapatos, joyería, en fin tanto que apenas y lograba cargar las bolsas. Al llegar a su casa, comenzó a utilizar lo que compró, removiendo etiquetas y probándoselo una y otra vez. En ese momento, recibe una llamada de su madre pidiéndole una disculpa por la pelea que tuvieron la semana anterior por la cual no se hablaban. Fue ahí cuando se arrepintió de todo lo que acababa de adquirir…
¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de comprar algo? Las botas carísimas del aparador o el carro del año, por los cuáles trabajaste tanto para lograr tener el dinero suficiente. Pero de eso, a comprar la tienda de zapatos completa o todos los accesorios para el auto, es una GRAN diferencia. Ser un comprador compulsivo no lleva a nada bueno, y probablemente haya un problema interno que se intente evadir a través de las compras.
Según el psicólogo Raúl Arturo Velasco Rodríguez, se denomina así a una persona que realiza compras sin medir un proceso racional que considere la necesidad del producto, su utilidad, su costo, la comparación de precios, la conveniencia, entre otros factores.
Comprar y comprar y comprar…
Lo más recurrente de estas personas al momento de realizar el pago de sus compras es mediante alguna tarjeta o sistema de crédito, pues llegan a perder la dimensión de sus gastos y deudas. Para ellos, lo peor viene cuando llega el estado de cuenta. Es cierto que sienten bienestar al momento de realizar una compra, pero generalmente dura poco y comienzan a aparecer ideas de desilusión, junto con una necesidad por comprar algo más para volver a sentir esa satisfacción.
Mucho se dice que la cantidad de compradores compulsivos aumenta en época navideña, y esto no es del todo cierto. En realidad sucede que en general las ventas crecen en dichas fechas, pero para un verdadero comprador compulsivo cualquier época del año es pertinente para vaciar su bolsillo. “Me parece que las épocas del año no importan, ya que el ritmo del mercado es un imán poderoso para las personas con estas conductas, ya sea en Día de Reyes, Semana Santa, vacaciones de verano, etcétera”, comenta el psicólogo Velasco.
Sin duda, en estas fechas toda la gente gasta mucho dinero, lo cual resulta benefactor para ciertas empresas. Sin embargo, se debe llevar un control sobre lo utilizado y hacerlo en las ocasiones que verdaderamente se requiera, no por cada detallito o porque de plano el precio es una ganga, aunque el artículo no te sirva para nada.
Maslow y las compras
La psicóloga Gloria Juárez Barraza menciona al conocido psicólogo Abraham Maslow (1908 – 1970) quien realizó la Teoría de la Jerarquización de Necesidades, donde muestra las principales necesidades del hombre, las cuales van de las más básicas para la supervivencia hasta las personales: fisiológicas, de seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrelación.
La psicóloga menciona que para intentar satisfacer cada una de estas necesidades, se requiere primero saber a qué orden pertenece y contestar la pregunta “¿Qué quiero?”, pues de ahí se deriva el problema. Si se vive con un hueco adentro lo primero es descubrir el por qué, para después saber qué hacer y qué se necesita para combatirlo. Sin embargo, quienes no saben la razón buscan llenarlo con cualquier cosa y es ahí cuando recurren a las compras excesivas, sin éxito alguno ya que el sentimiento de vacío regresa. Una persona debe estar consciente de las cosas que adquiere y saber que realmente son para algo, no nada más porque era muy barato o para ver si “algún día se ofrece”.
¡Compras! …por depresión
La intranquilidad que puede provocar una ruptura amorosa, conflicto familiar o cualquier otro tipo de problema puede ser un pretexto perfecto para correr y vaciar las tiendas, como una manera de escapar de sus problemas o simplemente liberarse, siendo consciente de que sólo será de manera temporal. Esto tiene que ver justamente con la autoestima, pues el comprador busca la manera de sentirse mejor consigo a través del hecho de adquirir cada vez más cosas, intentando llenar ese hueco provocado por la situación en que se encuentre.
El problema se debe de tratar de otra manera, ya que el sentirse bien viene desde adentro, no por las cosas que adquieras o qué tan lujosa es la ropa o auto que portes. No se deben remediar situaciones que provoquen ansiedad con otra actividad que pueda producir un efecto similar, pues la sensación de satisfacción es temporal y es fácil recaer en un vacío que lo lleve de nuevo a la depresión.
Otro factor que puede aparecer es un sentimiento de culpa que también será difícil evitar. Según el psicólogo Velasco, el remordimiento por los gastos realizados se hace presentes, y para calmar dicha culpa, vuelve a caer en otro “atracón de compras” lo cual genera un círculo vicioso. Cuando la actitud es reprobada por las personas que le rodean, se puede manifestar un sentimiento de culpa temporal que sólo incrementa la ansiedad que dispara la conducta compulsiva.
“No estamos hablando de una persona enferma, si no de alguien que se encuentra completamente fuera de la realidad, llega un momento donde ésta lo invade, y además de no estar satisfecho, se ha metido en un lío. La tranquilidad no se va a lograr a través de un objeto”, comenta la psicóloga Juárez.
Conozco a un comprador compulsivo…
Como cualquier adicción, es posible que la persona no acepte el problema, o en caso de que ya lo haya hecho puede ser que le mienta a su familia o amigos para ocultar el grado de implicación en las compras. Cuando se queda sin dinero o crédito, puede cambiar su comportamiento y recurrir a acciones tales como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para obtenerlo y seguir aumentando su satisfacción. Esto puede llevarlo a perder relaciones interpersonales importantes, trabajo o una oportunidad educativa o profesional. Para no caer en estas adicciones es necesario conectar el estado adulto, mantener una postura crítica ante la mercadotecnia y mantener comunicación con otros sobre nuestros proyectos de compra. También se requiere de mantener nuestras necesidades muy presentes para no llegar a confundir que el vacío interno deba ser solucionado por medio de compras, si no buscar qué es lo que queremos y recurrir a las medidas necesarias para satisfacerlas.
Si se conoce a un comprador compulsivo, o si sabe que usted padece de esta adicción, es importante acudir a ayuda psicoterapéutica profesional. Incluso si ya se convirtió en un problema mayor donde se ha experimentado grados de ansiedad muy fuertes, se debe intervenir ayuda psiquiátrica.
PIENSA ANTES DE COMPRAR
La Revista del Consumidor remarca tres de los grandes errores del comprador compulsivo que, independientemente de la cantidad que compre, éstos lo pueden llevar a gastar aún más.
1. Comparar artículos solo por el precio: Existe la posibilidad de que al hacer una compra elijas el artículo más barato o porque de esa manera te alcanzará para comprar más. Recuerda: los precios no son directamente proporcionales a la calidad.
2. Mayor precio, mejor rendimiento: ¡No te vayas con la finta! Un precio alto no siempre significa que el producto sea mejor. Observa las especificaciones, rendimiento, funcionalidad entre otras características.
3. Comprar por marca: La fidelidad y la publicidad de una marca juegan papeles importantes a la hora de decidir cuál comprar. Observa productos similares de otras marcas, puede que tengan mejores opciones e incluso precios más bajos.
¿Te identificas con alguno de ellos?
PELÍCULAS MUY “COMPRADAS”
Amor por contrato (The Joneses): Trata más que nada de una técnica de mercadotecnia llamada Stealth Marketing (mercadotecnia encubierta) en donde una familia simula ser perfecta, para así convencer a sus vecinos de que los artículos que poseen son la razón de su felicidad. Esta película sugiere el comprar lo nuevo en tecnología y hogar para llegar a ser “completamente feliz”.
Loca por las compras (Confessions of a Shopaholic): Una chica obsesionada con las compras, lo cual hace desenfrenadamente, llega a tener fuertes problemas financieros. Lo irónico en esta historia es que comienza a trabajar dando consejos sobre cómo ahorrar, y al momento en que se descubren sus deudas, es despedida.
El diablo viste a la moda (The devil wears Prada): Típica joven sencilla, sumisa pero muy inteligente y dedicada a su trabajo. Su aspecto y su vida personal cambian en el momento que le presentan unas botas Chanel, y su obsesión por estar a la moda y quedar bien en su trabajo la hacen perder cosas más importantes.
NO CAIGAS EN CONSUMISMOS
1. Has una lista de lo que requieras comprar, y respétala al grado de no adquirir nada extra.
2. Razona sobre cuánto vas a gastar, y observa que no sea de más.
3. Preferiblemente utiliza efectivo o débito, para mantener un control sobre lo gastado. Evita utilizar crédito.
4. Procura ir acompañado de alguien que sea capaz de frenarte en cada arranque de compras.
5. Identifica situaciones o conflictos que te provoquen esa ansiedad de comprar.
6. Busca hacer otro tipo de actividades tales como deporte o artísticas, para así evadir dirigirse al centro comercial.
Fuente: www.ciamedica.com