
Decoran tumbas. El gasto por unas flores, por un festejo o por unas veladoras no les importa a los familiares de los difuntos.
De 25, 45 ó 60 pesos el ramo de cempasúchil.
La familia Ramos visita la tumba de la abuela y de dos tíos más en el Panteón Jardín, en el Distrito Federal. Su presupuesto alcanza para dos ramos de 45 pesos, un par de veladoras de a 15 cada una y para pagarle al del grupo la canción favorita del difunto de a 50 pesos la pieza.
Traen en la bolsa 200 pesos para los gastos de la visita. La queja eterna: 'todo está muy caro' dice doña Mago. La mujer, de aproximadamente 50 años de edad, asegura que hace cinco años con esa cantidad alcanzaba perfectamente para limpiar y decorar 'bien bonito' las tumbas de sus familiares, 'pero ahora ya todo está muy caro'.
Los camposantos como el Jardín, Jardines del Recuerdo y el Francés lucen abarrotados desde temprana hora. No importa la crisis. Los muertos qué culpa tienen.
Entre encargados de las tumbas, músicos, vendedores de flores, veladoras, comida, y otros productos el comentario que predomina es el de la baja de ventas y el alza de precios.
Nadie se hace responsable del incremento de precios de hasta 50 por ciento, principalmente en flores. Pero bueno, por menos los floristas dan un toque alegre y colorido a las afueras de los cementerios a tan fúnebre festejo. Los puestos, mejor se ven aún con sus precios exhibidos, -aunque no todos - tal y como se los exige la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), cuyos inspectores vigilan que ningún comerciante se quiera pasar 'de vivo' con los consumidores. Tarea loable, pero hace falta mucho más personal de la dependencia.
Carlos de 25 años de edad que visita la tumba de sus abuelos se nota indignado porque un vendedor 'me quiso clavar un ramo de crisantemos en 80 pesos'.
Y es que, se observaron diferencias de precios en flores de hasta 15 ó 20 pesos.
Así, la docena de claveles mientras en algunos lados fluctuaban entre los 30 y 35 pesos, en otros hasta 45 pesos pedían. Lo mismo para las gladiolas: 50 el ramo con seis y otros más abusados hasta 60 pedían.