
Mina. La avenida Mina, en Gómez Palacio, rinde homenaje a uno de los españoles que luchó por la Independencia de México.
La antigua calle de Burgos, hoy avenida Mina, en Gómez Palacio, era limitada al norte por el antiguo canal San Antonio, donde había un puente que la comunidad le llamó el Puente de Vivos y Muertos. En ese lugar hoy existe un monumento al periodista y legislador, Francisco Zarco, menciona el cronista Pablo Amaya Ramírez.
La fábrica textil La Amistad limitaba con sus bardas en la calle Santander en 1887 lo que es hoy la avenida Mina, la cual se pudo continuar al cierre de la fábrica después de la década de 1920, teniendo la comunidad acceso directo hacia el norte, por donde se transitaba para sepultar a los finados en el Panteón Municipal que planeara y entregara para dar servicio, en 1900, don Jesús Vargas, jefe político de ese entonces.
Lo que es hoy la avenida Mina, narra el cronista, fue un importante camino, antes de 1887, fecha en que se construye la fábrica textil de La Amistad. Era el tránsito obligado a comunidades antiguas del territorio del municipio, como San Ignacio, La Luz y las ya desaparecidas de Cuauhtemoczin e Hihuilcamina, así como las haciendas de San Ramón y La Numancia.
El cronista Pablo Amaya investiga el viejo camino que existió por la avenida Mina, proveniente de la antigua Misión de Santa Rosa de Lima, donde existió al fondo de la parte sur el cerro de Santa Rosa, hoy de la Estrella, la cueva indígena que luego se llamó la Cueva de la Reyna, donde las antiguas leyendas del lugar hablan de un tesoro. Por ese camino transitaban las Conductas Reales (antiguas diligencias) al servicio del rey, establecidas en 1610 por el gobernador de la provincia de la Nueva Vizcaya, Francisco de Urdiñola.
La hoy transitada avenida Mina recibió su nuevo nombre en honor del español Javier Mina, defensor favorable para México en la Corte de Cádiz de 1812.
EL PERSONAJE Francisco Javier Mina, nació en Otana, Navarra, España, en 1789 y murió en el Cerro del Bellaco, frente al fuerte de los Remedios, Guanajuato, en 1817. Estudió en el Seminario de Pamplona e inició la carrera de Derecho, la cual interrumpió para alistarse en el Ejérctio del Centro, en combate contra las fuerzas invasoras de Napoleón, en 1808.
Intentó encabezar una revuelta para restablecer la Constitución de 1812 y hubo de huir a Inglaterra, donde conoció a Fray Servando Teresa de Mier, quien defendía la independencia de hispanoamérica en El Español, periódico que dirigía José María Blanco.
Mier convenció a Mina para armar una expedición que luchara por esas ideas en Nueva España, la cual salió de Liverpool el 15 de mayo de 1816 en un bergantín (barco) que Mina fletó por su cuenta, llevando 32 oficiales españoles, italianos e ingleses.
Ya en Estados Unidos, con la ayuda del inglés Denis Smith y algunos comerciantes, pudo armar tres embarcaciones; Cleopatra, Neptuno y Congreso Mejicano, comandadas por norteamericanos y reclutó a cientos de hombres.
De Galveston, Estados Unidos, partieron el 16 de marzo de 1817. Al detenerse en la desembocadura del Río Bravo del Norte, para proveerse de agua, desertaron cuatro hombres que delataron sus propósitos a los realistas. Allí, Mina dirigió una proclama a sus soldados, el 12 de abril, pidiéndoles estricta disciplina y respeto a la religión, personas y propiedades.
Mina y sus hombres desembarcaron en Soto La Marina (Tamaulipas) el 15 de abril de 1817, para luego internarse al país al frente de 300 hombres. En la Hacienda del Cojo se apoderó de 700 caballos, cruzó el río Tamesí para salir al Valle del Maíz, donde derrotó una fuerza de 400 realistas al mando del capitán Villaseñor, el ocho de junio de 1817 y luego tuvo otra serie de enfrentamientos y llegó al fin al fuerte del Sombrero, en la Sierra de Comanja, donde se encontraba Pedro Moreno y Encarnación Ortiz.
Entre tanto, el 17 de mayo la fragata española Sabina, hundió en Soto La Marina, uno de los barcos de la expedición de Mina otro pudo huir y el tercero quedó varado. Luego de varios enfrentamientos en los que salieron victoriosos Mina y sus hombres, atacaron la plaza de León, pero fue rechazado con pérdidas considerables.
Cuando descansaba en el rancho del Venadito, Mina junto a Pedro Moreno y unos cuantos hombres, fue sorprendido por los realistas.
A Mina lo fusilan el 11 de noviembre de 1817, en el cerro del Bellaco. Sus restos descansan en la Columna de la Independencia de la Ciudad de México. Su corta expedición es uno de los episodios más brillantes de la Independencia de México.