
La tradición devota del Santo Niño de Atocha es un relato rico, tanto en historia como en devoción.
Cientos de devotos laguneros y de otros estados del país e incluso de Estados Unidos, asisten a los festejos en honor del Santo Niño de Atocha, que se celebran año con año en Ciudad Juárez, Durango.
El Santo Niño de Atocha es sacado mañana jueves de la capilla que se encuentra en la casa situada en avenida Aquiles Serdán y Filomeno Mata, a las cinco de la mañana, para llevarlo a las tierras a bendecir los cultivos y se tiene programado regresar al filo de las 7:30 horas, un rito que se realiza desde hace cerca de 100 años.
Habrá también la tradicional danza y la misa por parte del sacerdote de la capilla de esa población. Para la reliquia, que se reparte hoy al mediodía, se sacrificaron dos cerdos de 250 kilos cada uno. Algunos cooperan con los gastos que realizan los organizadores, pues son más de 200 mil pesos.
La tradición devota del Santo Niño de Atocha es un relato rico, tanto en historia como en devoción. Aunque el Santo Niño es el trabajador milagroso, como es apropiado, antes de que se le pida a un niño hacer algo, la persona que pide debe solicitar en primer lugar permiso a la madre del niño. De este modo, los rezos y las novenas para el Niño de Atocha comienzan con un rezo a María, Nuestra Señora de Atocha.
Hoy comenzaron a llegar los peregrinos de Ciudad Juárez, Chihuahua, de Zacatecas y de Estados Unidos. Son fieles devotos del Santo Niño de Atocha que ha hecho milagros a gran cantidad de personas, de acuerdo a lo mencionado por Yolanda Vargas Martínez, una de las colaboradoras de los festejos.
El viernes terminan los festejos con una comida y un baile que inicia a partir de las cuatro de la tarde. Esta ocasión ameniza la fiesta el grupo “Los Embajadores”.