
Dr. Ricardo Muñoz Pámanes
DOCTOR EN CASA
De acuerdo con el médico cirujano Ricardo Muñoz Pámanes, especialista en cirugía de vías digestivas, el 20% de la población padecerá en algún momento una hernia abdominal.
Este padecimiento es provocado principalmente por alteraciones biológicas o moleculares de los tejidos del abdomen y está considerado dentro de las tres principales causas de cirugía digestiva.
Otras de sus causas son los malos hábitos alimenticios que provocan la obesidad, el consumo de tabaco, así como los generados por enfermedades que llegan en algún momento a incrementar la presión del abdomen.
La hernia puede surgir en cualquier lugar del cuerpo, pero es más común en el área del abdomen, lo anterior debido a un defecto u orificio que se forma en dicha área y del cual puede salir vísceras u órganos que pueden comprometer la vitalidad e integridad del intestino.
Según el especialista, como cualquier padecimiento mal atendido, la hernia abdominal puede llegar a ser extremadamente peligrosa. En términos de progresión se puede hablar de hernia no complicada cuando únicamente se ve como un abultamiento del abdomen y provoca dolor ocasional; pero si una hernia se encarcela o estrangula, puede comprometer el torrente sanguíneo y provocar un infarto intestinal o una peritonitis, por lo que el paciente tendría que ser intervenido quirúrgicamente de inmediato.
La hernia abdominal es detectada principalmente por el paciente o su familia cuando observan abultamiento en el ombligo, en las ingles o en las áreas donde se operó previamente. Estos abultamientos van acompañados generalmente de dolor, incomodidad intestinal, gases y estreñimiento. Posteriormente ya como complicación aparece el dolor intenso en el área abdominal, nauseas, vómito, envaramiento y fiebre.
En los adultos es invariable la utilización del método quirúrgico en donde actualmente se utiliza una malla o prótesis, esto es un tejido ajeno al cuerpo que se coloca de manera permanente para reforzar los tejidos dañados y la cirugía. Esto implica que disminuya considerablemente la posibilidad de que una hernia vuelva a salir a comparación de una cirugía sin malla.
Este tipo de cirugía se realiza de manera ambulatoria o de corta estancia y su periodo de recuperación va de tres a cuatro días.