
Un poderoso antiséptico
DOCTOR EN CASA
Durante muchos años la Tintura de Yodo (Yodo + alcohol), fue el tratamiento casero más común usado para tratar heridas externas, debido a su efecto antiséptico, además de ayudar en la cicatrización, combatir hongos, limpiar y desinfectar establos, porquerizos y establecimientos en general.
Es ideal como antiséptico de la piel ya que penetra los poros cutáneos, haciéndolo muy útil para desinfectar campos quirúrgicos, manos, pezones y piel en general.
Los beneficios son muchos, sin embargo, se debe tener cuidado en su uso, ya que puede llegar a irritar la piel. La presencia de sangre u otra materia orgánica reduce notablemente su eficacia.
A nivel externo la Tintura de Yodo es utilizada en la limpieza y desinfección y suele ser un ingrediente habitual para potabilizar el agua.
De manera individual el Yodo es un mineral perteneciente al grupo de los antisépticos halogenados que se caracterizan por poseer una acción funguicida.
Estimula al buen funcionamiento de nuestro metabolismo y ello conlleva también el realizar adecuadamente un sinfín de funciones orgánicas indispensables para nuestro crecimiento y el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Participa en el metabolismo de los hidratos de carbono y en la síntesis del colesterol. Regula el nivel de energía y un buen funcionamiento celular.
Facilita que el cuerpo queme el exceso de grasa y cuida el buen estado de uñas, cabello y dientes.
Es también considerado como uno de los germicidas más potentes, su acción se debe a que coagula las proteínas de los microorganismos en forma muy rápida.
Un poco de historia
En 1811 el químico francés Barnard Courtois, descubrió el Yodo a partir de las cenizas del agua marina; tres años después (1814) el químico Gay Lussac confirmó el hallazgo como un nuevo elemento al que denominó Yodo que en griego significa “violeta” esto por el color que se desprende al tratar las cenizas con ácido sulfúrico. Sin embargo, el crédito del descubrimiento lo tuvo Courtois, ya que sus investigaciones fueron la base para tal descubrimiento.
Según los expertos, el Yodo es imprescindible aunque en cantidades pequeñas dentro del organismo humano, el cual lo absorbe a través del tracto intestinal y lo transporta por el torrente sanguíneo hasta la glándula tiroides, donde se almacena y en su momento ayuda a producir hormonas.
Es muy importante que nuestro organismo no carezca de este mineral si se quiere tener un buen funcionamiento de la hormona tiroidea o tiroxina, que evita la aparición del Bocio (crecimiento anormal de la glándula tiroides) y en general el hipotiroidismo, padecimientos muy comunes entre la población que habita zonas montañosas lejanas de la costa y con suelos muy pobres en Yodo.
Su consumo está contraindicado en casos de hipertiroidismo, diabetes, embarazo, lactancia y niños. Por lo tanto se debe consultar al médico ante cualquier duda.
Fuentes naturales de Yodo
La sal yodada, la sal marina sin refinar, el pescado, los mariscos, el ajo, la cebolla, las setas, los rábanos y especialmente las algas marinas son los alimentos más ricos en Yodo.
Muchos alimentos lácteos son ricos en Yodo debido a que es un aditivo que se les añade como antiséptico.
Hay alimentos que, en gran cantidad y consumidos a diario, pueden en algunos casos, dificultar la absorción de Yodo como son: las legumbres, el repollo, los nabos, la mostaza, las nueces, la yuca, las coles, entre otros.
¿Ayuda a adelgazar?
En la actualidad existen muchos métodos para adelgazar, además de las tradicionales dietas, uno de ellos es la utilización del Yodo ya que éste estimula la glándula tiroidea y de esta forma, aumenta la actividad metabólica y celular del organismo. De tal forma el organismo aumenta el metabolismo de grasas, hidratos y proteínas en algunos casos.
Se recomienda que un médico endocrino sea siempre quien dictamine si necesitamos un aporte extra o no de Yodo.