Rompe contrato. Aunque la actriz asegura que ella no incumplió ningún tipo de contrato con TV Azteca, se dice que la televisora planea demandarla; Ximena no quiere hablar al respecto.
Se le dibuja una sonrisa delatora a Ximena González-Rubio y comienza a inquietarse al escuchar "TV Azteca". El caso de la actriz, quien interpreta a la exitosa abogada de la serie de Argos y Cadena Tres, Las Aparicio, podría llegar a unos tribunales de verdad al enfrentar una demanda con la televisora del Ajusco por un presunto incumplimiento de contrato.
Ximena, de 31 años, dejó la televisión por tres años para estudiar en el Lee Strasberg Institute de Nueva York, de donde han salido grandes actores como Robert de Niro, para después probar suerte como latina en la meca del cine. De hecho, fue finalista para convertirse en "La Chica Bond" en la pasada película Quantum of Solace.
Pero su futuro tomó un giro cuando TV Azteca le propuso regresar al país con su primer papel protagónico en 2008 con la telenovela Contrato de Amor al lado de Leonardo García.
A principios de 2009 Ximena recibió la invitación del productor Epigmenio Ibarra para estelarizar Las Aparicio, que ha generado buenos comentarios con sus tres puntos de rating en un horario donde no había audiencia, por lo que ahora TV Azteca reclama a Ximena.
La actriz capitalina goza de un proyecto que le entusiasma en Las Aparicio y del que está a punto de concluir grabaciones en septiembre, cuando se cumplan los 120 capítulos originales.
Ahora tiene planes de producir cine con su hermano, Pedro González-Rubio, director de la película Alamar (ganadora en varios festivales internacionales) y hacer teatro con una compañía que piensa crear con su colega Gabriela de la Garza (Alma Aparicio).
→ ¿Está en tus planes regresar a TV Azteca?
Ya no, no por el momento. Mi último proyecto con ellos fue Contrato de Amor, que fue hace dos años, la terminé de grabar en diciembre de 2008 y fue lo último que hice para ellos.
→ ¿Te demandaron?
Del tema no puedo hablar.
→ Entonces, ¿qué hay de una presunta demanda de TV Azteca?
Hay rumores pero yo no sé nada, a mí no me han dicho nada, o más bien, yo no puedo hablar.
→ ¿Te asusta?
No me da miedo, no tendría por qué asustarme porque no tengo un contrato con ellos que me amarre, nunca lo he tenido ni lo tendré. Atarme los pies y las manos con una televisora en este momento no me interesa.
→ ¿Tenías exclusividad con TV Azteca?
TV Azteca ha sido una televisora que me ha invitado a hacer proyectos independientes siempre y nunca he sido exclusiva de esa empresa. Nunca he recibido una exclusividad ni recibí ninguna oferta y no entiendo por qué la demanda. Están en un plan ahorita difícil.
→ ¿Regresas a TV Azteca?
Por el momento no me interesa regresar, porque tampoco tengo ninguna oferta, si te dijera que tengo una opción de una serie con un productor importantísimo, con un guión de Guillermo Arriaga, claro que acepto, pero no hay nada de eso allá y ningún productor me ha llamado, ni tengo ninguna propuesta; así que ahorita no regreso.
→ ¿Crees en el teatro?
Todavía no tenemos el nombre de nuestra compañía teatral, pero para formar un equipo con quienes vas a producir y trabajar tienes que saber escoger a las personas adecuadas. Gabriela y yo hemos hecho una química interesante como amistad, creo que estamos en la misma línea.
→ ¿Compartiste consejos con Damián Alcázar en Las Aparicio?
Si, es un señorón; ahí es donde parte lo más interesante de un actor, que es ver en él la sencillez andando, y además, saber que es un estupendo actor para la creación de personajes, nunca te das cuenta que su trabajo es artesanal.
→ ¿Las Aparicio fueron tu mejor opción?
Estudié el método Lee Strasberg y después me mudé a Los Ángeles para hacer audiciones; curiosamente era una ciudad donde nunca quise vivir y de pronto me encontré ahí. Cuando viene a México en Navidad pasé por Casa Azul (Argos) y me encontré con Ana Celia Urquidi (directora de casting) y me ofreció Mercedes Aparicio, personaje que no quise dejar ir.
→ ¿No te regresas a Los Ángeles?
No, porque yo también soy de trabajo artesanal y no me dejo guiar por el dinero, tampoco te voy a decir que soy una hippie, pero me gusta la autenticidad. Entonces viviendo ahí me di cuenta de que no quiero una vida así.
→ ¿Por qué te fuiste a Nueva York?
Mi principio fue hace 12 años y ahora vivo un parteaguas. Siempre he sido una actriz muy vivencial, tomaba cualquier recurso de la gente para interpretar un personaje, pero no tomaba en cuenta una metodología específica. Tomé clases con (Ludwik) Margules, José Luis Ibáñez, (Luis de) Tavira, Raúl Quintanilla, pero en ninguno encontré un método, porque eran ambiguos, le dan una complejidad a la carrera; no sé si sea como una especie de coladera para que los que no se apasionen terminen hartados o simplemente su mente es rebuscada; por eso me fui a Nueva York.
→ ¿Te gusta tu nueva etapa?
No estaba feliz con mi vida ni con lo que hacía porque me llegaron proyectos de tele y los aceptaba porque era cómodo; pero no estaba formando una carrera ni visualizando un futuro; no sabía a dónde quería ir, hoy sí sé y me queda claro: quiero hacer una carrera sólida.
