
Símbolo. La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, forma parte de la historia de Lerdo. EL SIGLO DE TORREÓN / PRIMITIVO GONZÁLEZ
En abril de 1865 se colocó la primera piedra y hasta el 12 de diciembre de 1896 se terminó la construcción de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, que se convirtió en uno de los símbolos de Ciudad Lerdo. En la obra participaron los fieles católicos a lo largo de esos 31 años.
Localizada en la esquina de la avenida Francisco Sarabia y calle Hidalgo, la parroquia ha sido centro de oración de miles de lerdenses y testigo mudo de algunos hechos históricos.
SU HISTORIA
Al comienzo fue una edificación de adobe con techos de carrizo, y en ese mismo año, 1865, el padre Mateo Gutiérrez se propuso construir la iglesia de manera sólida y durante las misas dominicales solicitaba donativos a los feligreses.
A partir de 1893 el padre Celedonio Valenzuela se da a la tarea de continuar con la edificación y logra que hombres, mujeres y niños apoyen con el acarreo de arena del río, además de piedras y adobones.
En sus "Apuntes históricos de Ciudad Lerdo, Durango", el profesor Amado Illarramendi cuenta que, "entre las cosas para los peones, se asignó desde un principio un salón de ocho varas de ancho por 30 varas de fondo, para instalar en él la capilla católica de la hacienda, nombrándola del Sagrado Corazón de Jesús, por ser el santo patrono del rancho.
"Los servicios religiosos de la capilla se inician desde el primero de mayo de 1828 por el padre José Romero, del mineral de Mapimí. Como regalo, Santiago Baca Ortiz obsequia la escultura del Sagrado Corazón de Jesús y una campana bautizada con el nombre de Isabel, fundida en la Ferrería de Durango".
La parroquia es muy concurrida por los fieles católicos, sobre todo los fines de semana y en las misas de quinceañeras, bodas y las de cuerpo presente, para el último adiós de los lerdenses que han partido de este mundo.
En el altar principal se encuentra la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y posee además dos altares menores y varias capillas, entre ellas la del Santo Niño del Tongo, muy venerado por la feligresía.
MANTENIMIENTO
Pese a los años, la parroquia se mantiene en buen estado gracias a los arreglos de que ha sido objeto por parte de los párrocos, los feligreses y el apoyo de algunos gobiernos municipales.