Lo recuerdan. Rockdrigo González, uno de los músicos que sirvió de inspiración a grupos como El Tri, Enanitos Verdes y El Gran Silencio, es recordado a 25 años de su fallecimiento con un homenaje. ARCHIVO Y EL UNIVERSAL
Amanda Lalena Escalante Pimentel (Amandititita) vive ahora en Los Ángeles y hace un par de semanas viajó a Nueva York para grabar su próximo disco. Cuando su padre Rockdrigo González murió en la Ciudad de México, bajo los escombros de un edificio de la colonia Juárez derrumbado por el terremoto de 1985, ella apenas tenía cinco años y vivía en Tampico, Tamaulipas. En aquel entonces la distancia geográfica no tenía significado alguno, mucho menos el concepto de la palabra muerte, pero ella recuerda con claridad que en el periódico vio una foto de él con la guitarra y una nota pequeña en la que se informaba que el músico había fallecido.
Dos personajes distanciados por circunstancias personales, pero unidos por una desgracia sísmica. Ambos músicos compositores, narradores que han escudriñado en la urbe chilanga. Ella, una quinceañera en busca de chambelán o una secretaria con Rolex y BMW explotadora del jefe, y él, con un amor perdido en el metro Balderas y sin tiempo para hacer un cambio en su vida citadina. La Reina de la Anarcumbia y el Profeta del Nopal. Una relación extraña detrás de un terremoto.
→ ¿Cómo te enteraste de la muerte de tu padre?
Mi mamá llegó de un café con el periódico y me dijo: '¡Tu papá se murió!'. Me acuerdo de las noticias en televisión. La gente estaba reportando a sus familiares. No había programación normal sino todo se trataba del terremoto. Yo estaba esperando que mi papá apareciera, aunque no vives la tragedia como la vive la gente en el lugar. No teníamos relación en México con nadie que nos pudiera decir qué había pasado. Mi mamá estaba destrozada. Lo primero que sentí fue mucha preocupación por ella, me angustió. Me llevaron a la casa de una amiga de mi mamá, mientras hacían los trámites para traerlo. Lo velaron en la funeraria Tamaulipas y al día siguiente me llevaron a la misa de cuerpo presente y luego al panteón.
→ ¿Cuál es el último recuerdo que tienes de Rockdrigo González?
Estaba en una casa de cultura de Tampico dando una conferencia de prensa. Me compró fruta, pero me caí, me levantó y luego me llevó a comprar otras frutas. La muerte a esa edad no tiene significado, sólo te das cuenta que no tienes a alguien cuando requieres cosas inmediatas y la persona no está. Tengo recuerdos de él en mi cumpleaños, el fin de semana que venía a verme. Eso hizo que yo no viviera el extrañamiento como lo viven otros niños. La muerte de mi papá cimbró muchos corazones, la de mi mamá, su mamá, sus hermanos. Los devastó.
"Mi mamá tenía la onda de hacer homenajes. Iba a la Ciudad de México a cuidar la obra de mi papá, pero creo que nunca lo logró. Donde se cayó el edificio se hacían pintas, conciertos. Iban todos sus amigos. Lo único que creo que se rescató de esa parte es que crecí entre gente muy creativa, pero para mí era terrible tener que estar entre las ruinas de mi padre. Por eso después hice todo lo contrario a lo que la gente hacía para recordarlo".
→ ¿Qué era hacer lo contrario?
El hacerme a un lado. No ir a homenajes de mi papá porque me la pasaba muy mal. No soy de las que hace leña del árbol caído. La verdadera tristeza y el verdadero abandono se sienten en privado. La verdad es que me hacían mucho chantaje moral. Los medios de comunicación me decían que no iba a los eventos porque no me importaba o porque no lo quería. Para mí mejor que nunca se hubieran enterado que era hija de Rockdrigo, lo supieron porque salí en películas que hablan de él. Para mí no era padre que me dijeran 'vamos a cantar sus canciones'. Su muerte rompió mi vida, lo que no me parece bien es que lo tenga que expresar públicamente".
→ ¿En qué cambió tu vida la muerte de Rockdrigo González?
Me volvió un ser muy fuerte, muy solitario, luchando todo el tiempo para sobrevivir. Sobrevivir de mi madre y de su inconciencia. Es terrible que cualquier persona pierda a un padre, pero que se muera y además sea famoso y todo el tiempo tener que escuchar sus canciones.
"Definitivamente desde el día de su muerte siempre voy a estar un poco triste. Yo todo el tiempo tengo una sombra alrededor de mí, todas las navidades me voy a acordar de él, todos los días y eso es terrible. No es lo mismo que te cuenten que se murió alguien a que se te muera a ti. Lucho a pesar de muchas cosas y muchas limitaciones, pero estoy muy satisfecha con lo que he logrado, no me hundo en la sombra de mi papá.
→ ¿Cómo huir del recuerdo público?
Hace unos años decidí que ya no iría a los homenajes, porque yo ya tenía todo lo que quería de él. Yo soy una persona triste, no necesito rascarle, no necesito ir a pararme a un homenaje para que me vean llorar.
Para mí él es un héroe, es una persona que luchó por lo que quería decir y no le importó lo que tuvo que pasar, se tuvo que salir de Tampico y abandonar toda esa sociedad, incluso a mí y eso lo aplaudo. A nivel de composición para mí no hay nadie mejor que él. Para mí él es el mejor, me encanta su proyecto, su humor, y qué bueno que vivió una vida ejemplar por más corta que haya sido. Valió la pena lo que hizo y siempre va a estar vivo en mi corazón, no hay un día que no piense en él. Él amaba la ciudad y la ciudad se lo llevó, a veces así son los amores.
