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Acapulco, Gro.- Adolfo Martínez Orzynski, director de Juegos Inocentes, advirtió que la historia de su película no es una apología sobre las drogas, y mucho menos una moraleja, sino simplemente un trabajo cinematográfico para entretener.
El cineasta, quien participa en el Quinto Festival Internacional de Cine de Acapulco, reiteró que con su filme, que se proyectó la víspera en este puerto, no pretende educar a nadie ni erigirse en juez sobre las acciones de los jóvenes, y mucho menos llevarles un mensaje educativo.
Juegos Inocentes llegará el 29 de enero próximo a la cartelera nacional con 60 copias, por lo que el joven director espera que el público apoye una propuesta de cine hecha por mexicanos que necesitan emerger en estos momentos de crisis en la industria.
El largometraje, basado en un guión de Gibrán Portela, Francisco Santos y Luis Bekris, aborda las aventuras de un grupo de 13 jóvenes de clase alta que decide pasar el fin de semana en una casa de campo en Cuernavaca, aprovechando la ausencia de los padres de uno de ellos, quienes están en Cancún.
Durante el sábado su propósito es divertirse, a su manera, pero entre alcohol, drogas y sexo, los instintos comienzan a salirse de control y entonces los problemas emergerán tornándose la aventura en una pesadilla.