
Lic. Karina Ramírez González en una fotografía de estudio con motivo de su boda con el Ing. Alejandro A. Jacobo Márquez.- Estudio Letticia
Lic. Karina Ramírez González unió su vida en sagrado matrimonio a la del Ing. Alejandro A. Jacobo Márquez, el pasado sábado 23 de mayo de 2009, en la iglesia de San Pedro Apóstol de San Isidro, en punto de las 20:30 horas.
Estuvieron presentes sus padres, Sres. Javier Ramírez Martínez y Lic. María Luisa González Aguilar; Rosa Velia Márquez Alvarado, quienes lucieron muy felices por la unión de sus hijos.
Karina portó un elegante vestido estraple, color ívory, de una sola pieza, bordado con perlas y fino cristal swarovsky, lo acompañó con un ramo de rosas rojas y un bello tocado con detalles de plumas y cristales.
Acompañaron a la novia sus damas: Marcela Ramírez, Yadira Ramírez, Miriam Pereyra, Gabriela Cortinas, Alejandra Núñez y Rocío Núñez, todas ellas portando hermosos vestidos color rojo; su pajecito, la pequeña, Pamela Ramírez Rivera.
En la ceremonia fungieron como padrinos de arras, Profra. Beatriz González Aguilar e Ing. Juventino Herrera Martínez; de anillos, Ing. Francisco Ramírez Rivera y CP. María Guadalupe García de Rivera y de lazo, Lic. Arturo Márquez Alvarado y Dra. Claudia García de Márquez.
El banquete de bodas se llevó a cabo en el Club Campestre Montebello, donde se dieron cita, amigos y familiares cercanos de los novios.
El grupo Nevárez show hizo de las suyas, con su variada música, además de agregar ambiente a la hora de poner a bailar a todos los presentes.
El momento más tierno de la noche fue cuando Karina y Alejandro bailaron como vals, la canción de "Hasta mi final" de Il Divo.
Los invitados degustaron de un delicioso menú, que consistió en: mousse de queso roquefort con almendras craqueladas y uvas rosas, crema de elote con rajas y queso fresco, acompañado de pechuga de pollo rellena de carnes frías y queso con salsa de piña glaseada, y finalmente, como postre, mousse de tres chocolates.
La boda civil se realizó el pasado mes de abril.
Los novios viajaron de luna de miel a las playas de Cancún, Quintana Roo, para a su regreso establecer su residencia en la ciudad de Torreón, Coahuila.