En 2013, cuando vea la luz la 23 edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), “tonto” ya no será sinónimo de “gallego”, publica el diario El País.
Dentro de un par de meses, según José Manuel Blecua, secretario de la Academia, en la página de internet (www.rae.es) se indicará que el artículo está enmendado. La RAE sostiene que en el habla coloquial de Costa Rica se utiliza “gallego” con el significado de “tonto”, pero ha decidido retirarlo porque no se han hallado “documentos escritos” en los que aparezca plasmado este uso.
En la edición actual del diccionario (2001), para la RAE, el término “gallego” quiere decir natural de Galicia, perteneciente o relativo a esta comunidad autónoma, persona nacida en España o de ascendencia española que vive en América, tonto, tartamudo, lengua de los gallegos...
Cela consiguió eliminar, en la edición de 1992, el significado de “mozo de cuerda”, que había entrado en 1936. Pero entonces, en el primer tomo de la RAE aún no aparecían las acepciones de “tonto” y de “tartamudo”. Eso vino después, para abundar en el ensañamiento con este gentilicio, el único del Estado que aparece maltratado desde el siglo XVIII. La Academia Costarricense de la Lengua acordó en 2007 sugerir a las academias del español, incluida la de Madrid, eliminar el significado de “tonto”.
Un colectivo de amigos en defensa del gallego se ha dirigido a las academias de América reclamando fulminar las acepciones de “tonto” y “tartamudo”, que se refieren, en realidad, a los emigrantes españoles en América Latina. Los chistes de gallegos han sido siempre chistes sobre españoles.