La Columna del Perro / ¿Y EL TERRY?

Uno de los recorridos clásicos para la gente que gusta de ejercitarse, ya sea caminando, corriendo o en patines, es el de las calles que bordean al campo de golf en la colonia Campestre, y para quienes lo hacen seguido, se hace cotidiano ver a las mismas personas con las que se encuentran durante su ejercicio, como también se hace cotidiano el paisaje. Notando por tanto la presencia de una construcción nueva, o si falta un árbol, o si se plantaron otros nuevos.

Parte del paisaje regular era la presencia de María Elena paseando al Terry, ambos llamaban la atención por el vigor y la constancia con que lo hacían, ya que siempre mantenían el mismo ritmo, y aunque caminaban con paso resuelto, saludaban sin pararse a cuanto conocido se les cruzaba por el camino.

El Terry, un ejemplar de la raza cocker, llegó a la familia de María Elena, como un regalo para su hija Denisse, hace muchos años cuando ella era una niña, pero como sucede con los perros, ellos quieren a toda la familia, pero se identifican en especial con un miembro de ella, y éste fue el caso de Terry, quien quería por supuesto a Denisse su dueña original, con quien convivió durante parte de su niñez, su adolescencia y parte de su juventud. Al crecer esta e irse a estudiar a Monterrey la carrera profesional (por cierto que escogió la profesión más bella y sacrificada, es decir Medicina Veterinaria). El Terry se identificó aún más con María Elena la mamá de Denisse, con quien todos los días iba a ejercitarse, dándole ambos cuando menos dos vueltas al Campestre.

Esta identificación del Terry para con María Elena, fue a tal grado que se convirtió en un sentimiento de devoción, hacia ella, pues a cualquier lado que se moviera en la casa era seguida por el fiel Terry.

Pasaron los años y Denisse regresó de Monterrey, convertida en una flamante profesionista, el Terry la recibió de mil amores, pero su consentida seguía siendo su mamá.

Cuando María Elena salía de la cuidad, era un caos, pues tenía que encargárselo a su esposo, con quien el Terry no se sentía igual, pues aunque lo cuidaba y alimentaba junto con Denisse, le faltaba la presencia de su dueña principal. Lo mismo pasaba cuando por algún motivo no salía a ejercitarse, el perro se mostraba inquieto, al igual que su dueña, pues le faltaban las endorfinas que produce el ejercicio hecho rutinariamente y con intensidad.

Es imposible describir, la enorme cantidad de vivencias, anécdotas y recuerdos, acumulados durante todo el tiempo que vivió a plenitud el Terry, basta decir que acompañó por la vida a una niña a la que no sólo vio crecer hasta convertirse en una persona adulta, sino que le sirvió a ella de compañía durante los días felices de su niñez, fue fiel compañero también en la etapa de la incierta adolescencia, y después compartió también con gusto, la felicidad intensa de tener a Denisse en los periodos de vacaciones durante sus estudios profesionales.

Fue testigo y compañero también, del cambio de vida de María Elena, pues por fortuna el Terry vivió dieciséis años.

Cómo no extrañarlo, en su paseo diario por El Campestre, cómo no extrañar sus ladridos, ya no se asustará más con los cohetes el fin de año, ya no se asustará más con los gritos de Denisse cuando el Santos metía gol; ya no le ladrará más a los extraños que timbraban en su casa.

Este perro, como muchos otros se identificó a tal grado, con sus dueños, que lo menos que podemos hacer por él ahora que no está, es extrañarlo con alegría.

Y ahora para terminar una gota de filosofía.

Le voy más a una esperanza, que a un desengaño (Don Celle).

ADÓPTANOS

“Atos y Scooby” buscamos un hogar donde nos quieran y protejan para iniciar este año 2009 y muchos más lejos de las calles y con familia nueva. Anímate llévanos contigo a tu casa.

Atos: (izquierda), macho, dos años, tranquilo, noble, simpático, excelente compañero, esterilizado.

Scooby : (derecha), macho, dos años, muy agradecido y simpático, alegre, juguetón y obediente, gran compañero, esterilizado... ¡adóptanos!

Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: [email protected], o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del frío, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.