
Varios jóvenes resultaron heridos por una riña que se registró ayer en el Tutelar para menores ubicado en la zona de San Fernando, en la delegación Tlalpan, en el DF. (El Universal)
El traslado al hospital de Xoco de un menor de edad llamado Víctor, para su valoración por un golpe en la cabeza, y al menos 10 jóvenes atendidos en el lugar por golpes leves, fue el saldo de un enfrentamiento entre internos del Centro de Tratamiento para Menores de San Fernando, en el Sur de la Ciudad de México, donde después de la trifulca decenas de internos se amotinaron y quemaron colchonetas en el techo de la prisión para exigir que terminen los maltratos y los abusos.
Por la tarde, más de 150 granaderos de la Policía capitalina ingresaron -aunque se asegura que no intervinieron-, así como elementos de seguridad de la Dirección General de Reclusorios del Distrito Federal y de las fuerzas especiales de Procuraduría local, quienes tomaron el control del tutelar, mientras los familiares de los internos insultaban y arremetían contra los granaderos que les impedían el paso a la prisión.
En las inmediaciones del penal se concentraron cerca de 150 elementos más de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, quienes sólo se mantuvieron alerta hasta que las autoridades del centro de readaptación decidieron permitir el ingreso de los familiares.
La batalla campal que originó la protesta, inició a las 14:30 horas en el patio de la Sección Uno, luego de que un interno de nombre Luis, reconocido con el sobrenombre de “El Miclo”, fue encarado por otro, quien le reclamó por las extorsiones que cometía contra sus compañeros, lo que generó que dos grupos antagónicos se enfrentaran a golpes.
De acuerdo con personal de seguridad de ese lugar —a cargo de Fernando Montoya Santos— en el que se recluyen a 330 jóvenes infractores, “El Miclo” es uno de los principales padrinos, en ese lugar, quien extorsiona y golpea a otros internos, y se ha ganado su coto de poder porque es un reincidente que ya cumplió la mayoría de edad, y ha sido acusado de homicidio y secuestro.
Fuentes de seguridad del Centro de Tratamiento para Menores de San Fernando, indicaron que en esta ocasión le costó mucho trabajo a las autoridades “negociar” con los amotinados para que abandonaran el techo de la prisión y regresaran a sus dormitorios.