
El procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, llegó ayer por la mañana al lugar donde se estrelló el avión en el que viajaba el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, entre otros funcionarios federales. (El Universal)
Peritos han encontrado más restos humanos diseminados en el lugar del accidente.
Con la muerte de una persona que estaba hospitalizada por quemaduras en más de 70% de su cuerpo, suman 14 las víctimas del accidente aéreo en el que perdió la vida el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
De acuerdo con el recuento oficial, hasta ayer habían fallecido cuatro personas, el último de ellos, en el Hospital 20 de Noviembre, de la capital mexicana.
Sin embargo, peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), han encontrado restos humanos diseminados en el lugar del accidente, cerca de Las Lomas de Chapultepec, que pudieran pertenecer a otras personas.
Hasta ahora son 14 las personas que fallecieron en el lugar de la conflagración. Ocho funcionarios del Gobierno Federal que viajaban en la aeronave, y seis ciudadanos que se encontraban en el lugar del impacto.
Al acudir a la zona donde cayó la nave donde viajaba el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), encontraron diversos restos humanos entre los escombros del jet.
La luz del día les permitió encontrar restos importantes que fueron entregados en una bolsa de plástico al Servicio Médico Forense.
Por su parte, el procurador de Justicia del Distrito Federal, Migue Ángel Mancera Espinosa, dijo en entrevista que se efectuarán pruebas de ADN como parte del proceso para lograr la entrega de los cuerpos a los deudos.
Detalló que en la Fiscalía Desconcentrada de Miguel Hidalgo se inició una averiguación previa por los delitos de homicidio, lesiones y daño en propiedad privada, luego del accidente aéreo.
Mancera explicó que los que ya están identificados son los ocho funcionarios federales. Además de los civiles, murió Alan Christian Vargas de 28 años, quien se encontraba en la zona del accidente, esperando a que su esposa saliera del trabajo en un edificio de oficinas de ese lugar.
“Los cuerpos están calcinados, no es fácil reconocerlos”, subrayó.
Los especialistas en Medicina Forense aplican estudios de ADN para su reconocimiento, además se apoyan con algunos objetos personales que portaban las víctimas como relojes, cadenas y anillos que facilitaran su identificación.
Ayer murió en el Hospital 20 de Noviembre, Pedro Sánchez Arteaga, quien presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 70% de su cuerpo. En los hospitales están internadas 19 personas, la mayoría se recupera de manera satisfactoria.
Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno capitalino, aseguró que su Administración apoyará a los heridos y a sus familias sin importar el hospital en el que se encuentren, así sean privados o de la red local.
Edmundo Abarca de 45 años permanece internado en el hospital Rubén Leñero y fue reportado en estado delicado, mientras que Víctor Altamirano de 85 años y Josefina Núñez evolucionan de manera favorable.
Personal del IMSS, informó que Iván Díaz Amador es el único lesionado del avionazo que está bajo su atención médica, el cual está estable.
En el Hospital Doctor Gea González se encuentran el venezolano Pablo Jiménez, la francesa Daniel Bride y el mexicano Rodrigo García, quienes también se recuperan.
Descuida Policía zona de siniestro
El desplome del avión en el que viajaban Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos evidenció la impericia de los cuerpos policiacos federales y locales para cuidar la escena del siniestro.
Cientos de curiosos, reporteros, policías y soldados pisaron la zona de evidencias instantes después de que los bomberos apagaron las llamas generadas por la explosión.
El propio Marcelo Ebrard y el titular de la SCT, Luis Téllez, fueron entrevistados a menos de 10 metros de donde estaban los restos de la aeronave, pasajeros y tripulación.
Los granaderos de la Policía del DF comenzaron a resguardar la zona casi media hora después del accidente.
La Policía Federal tomó el control de la vigilancia alrededor de las 23:00 horas, que fue el momento en el que el cerco se amplió a casi 300 elementos.
Algunas evidencias, de acuerdo con testigos, fueron movidas por curiosos y algunos soldados, al momento en que se abrieron paso para resguardar el lugar.
“Vi cómo alguien levantó un casquillo, estaba también un cargador, vi una cartera, credenciales, papeles y un portafolio. Hubo un descontrol, había mucha gente en el lugar”, indicó un testigo.
Además de los curiosos y policías, en el lugar había personal de bomberos, del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), de Cruz Roja, de la Dirección General de Protección Civil y de la delegación Miguel Hidalgo, que estuvieron arremolinados en torno a la escena del siniestro.