En Nombre de Dios son pocas las oportunidades de salir adelante.
EL SIGLO DE DURANGO
NOMBRE DE DIOS DGO.-Los vendedores corren apresurados con sus canastas para abordar los autobuses de pasajeros, ofrecen gorditas, refrescos y fruta, de eso depende el sostenimiento diario de sus familias.
Mucha gente que no tiene un empleo seguro en Nombre de Dios, por eso se autoemplean, son niños de ocho años, jóvenes, señoras y adultos mayores, todos con la esperanza de vender algo a los viajeros que reconocen el rico sazón de los alimentos de esta región.
Otros lugreños tienen sus puntos de venta al pie de la carretera en donde venden vino amembrillado, de granada y guayaba, hay quienes venden agua de coco y bolsitas de caña.
CIERRE DE LA MAQUILA
No hay fuentes de empleo comentan los parroquianos, dicen que una buena fuente de empleo era la maquiladora pero cerró en diciembre, al parecer ultimamente no era muy costeable.
Martho Acevedo Olmo, quien trabajó 13 años en el área de mecánica en la extinta maquiladora, ahora se encuentra desempeado, “se pierdió una fuente de trabajo importante, ya que de ahí dependian muchas familias”, menciona.
Ultimamente eran 300 personas las que trabajaban para llevar el sustento a sus familias, hace cuatro años la maquiladora tenía 800 trabajadores, pero gradualmente fueron despidiendo gente hasta llegar al cierre de la maquila.
A TRABAJAR EN LO QUE CAIGA
Muchos de los despedidos tuvieron que emigrar a Estados Unidos, otros trabajan en la carretera, comercio informal, pero la mayoria de los ex trabajadores de la maquila está desempleada.