
Ahora parece que la gordura ha perdido peso en la televisión. Rubén Cerda, Rafael Balderrama (Rafita) y Sheyla se practicaron una operación llamada de “bypass”, mediante la cual perdieron kilos de manera drástica. (Fotografías de El Universal)
Algunos actores sienten que han sido ‘explotados’ en la pantalla chica y han buscado soluciones.
El estereotipo del gordito chistoso cultivado a través de la televisión es una estupidez. La actriz y productora Lupita Sandoval, que vivió con ese prejuicio durante una parte de su carrera, lo dice: “Quieren vernos todo el tiempo como si sólo pudiéramos hacer ese tipo de personajes cuando en la realidad, también hay gordos que pueden ser malvados”.
Ahora parece que la gordura ha perdido peso en la televisión. Actores que fueron reconocidos por su imagen en personajes con sobrepeso, se han puesto como ejemplo para bajar los kilos de más. Rubén Cerda, Rafael Balderrama y Sheyla se practicaron una operación de “bypass” mediante la cual perdieron kilos de manera drástica.
En esta industria, donde la apariencia es casi todo, estos actores sufrieron el estigma de ser sólo “los gordos”. Cerda señala: “Ahora que he bajado de peso, entiendo que sufría de ciertas discriminaciones a causa de mi gordura; creo que me buscaban más por genotipo”.
Pero llegó la moda de “estar bien”. Una campaña de publicidad con frases de superación personal acompañó el lanzamiento del nuevo programa de realidad simulada llamado “¿Cuánto quieres perder?”.
Alejandra Ley tiene sus dudas al respecto: “Nadie estaría en contra de que la gente viva atenta a su salud. Lo que no me parece buena idea es que se aproveche para convertirlo en un show y que se utilice para hacer negocio”. Ley es un ejemplo de que el tipo físico no determina a los personajes que pueda interpretar. En la obra Chicas Católicas actúa como una niña pobre pero becada en un colegio de monjas. Ese mismo personaje lo alterna con Mariana Treviño, una mujer menuda y frágil. Ambas actuaciones son convincentes y en general, el público ovaciona con más enjundia la interpretación de Ley quien demuestra que ese personaje no es “un gordo”, sino que su esencia está en su historia de vida. “Hay momentos en los que he tenido que demostrar que no soy sólo la niña gordita”, dice la actriz.
Eso mismo tuvo que mostrar Lupita Sandoval, que fue famosa en los 80 por su personaje de “Petunia” en la serie “Cahun cachun ra ra”, una joven obesa estudiante de preparatoria que siempre aparecía comiendo una torta. “Ese personaje fue la ventana que me dio a conocer y tengo muchos buenos recuerdos de aquella etapa. El problema es que desgraciadamente te encasillan por ser gordo y eso es lo que te lastima”, dice.
Por supuesto, todos ellos asumen la realidad de su físico; no se engañan. Alejandra Ley expone: “Jamás pensaría en que me dieran un personaje de rubia de ojos verdes. A todos los actores nos dan personajes de acuerdo con el tipo físico, la onda está en aceptarlo”.
Ruben Cerda lo resume con una frase que suena a filosofía de vida que la televisión debería aprender: “Una persona es una persona, no importa el tamaño”.