Deportes Lucas Ocampos partido futbol fan agresión obscena

Noche triunfal

Seis orejas cortaron los toreros, dos Eulalio López “Zotoluco”, mismo número el español Pablo Hermoso de Mendoza y otro par Ignacio Garibay, en la corrida inaugural del Coliseo Centenario de Torreón ante un lleno total. (Fotografías de Ramón Sotomayor Covarrubias)

Seis orejas cortaron los toreros, dos Eulalio López “Zotoluco”, mismo número el español Pablo Hermoso de Mendoza y otro par Ignacio Garibay, en la corrida inaugural del Coliseo Centenario de Torreón ante un lleno total. (Fotografías de Ramón Sotomayor Covarrubias)

Ulises Rivera

Actuación redonda de los toreros en la corrida inaugural.

Torreón, Coah.- El rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza y los toreros de a pie, Eulalio López “Zotoluco” e Ignacio Garibay, redondearon su actuación al obtener dos apéndices cada uno en el cartel de inauguración del Coliseo Centenario de Torreón.

Suenan parches y metales en el tendido y los toreros parten plaza ante un Coliseo pletórico de aficionados a la más hermosa de las fiestas, la fiesta brava.

PABLO HERMOSO DE MENDOZA

“Centenario”, el primer toro de la noche, con 472 kilogramos, de la ganadería de Bernaldo de Quiroz, acude al caballo pero acusa debilidad después de haberle colocado los rejones de castigo y las banderillas; el rejoneador navarro cita en el tercio y torea a la grupa alegremente ante la algarabía del público, al momento de oficiar pincha en hueso pero en su segundo intento hunde el acero hasta el fondo con efectos mortales para el astado. El navarro escucha las palmas.

Con el cuarto de la noche, denominado “Lagunero”, con 472 kilos, de la misma ganadería, el español contó con mayor suerte, pues el toro fue bravo y alegre, lo cual permitió una gran faena a la grupa y con giros invertidos que arrancaron el “ole” en el tendido; el toro fue bellamente adornado con las banderillas ante la emoción y júbilo del respetable. En el momento de la verdad la estocada es fulminante, con la cual el rejoneador obtiene dos orejas, ante la opinión dividida del público.

EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO”

El segundo de la noche, denominado “Romano”, con 495 kilogramos, de la ganadería de Santa Bárbara, es recibido con capote farol de rodillas y pegado a las tablas, después del castigo de varas el torero le realiza quite por chicuelitas y se le colocan las banderillas. El “Zotouco” realiza el brindis al matador y empresario Arturo Gilio, quien salta al ruedo ante el aplauso de los aficionados.

Continúa la faena con muletazos de derecha de gran manufactura y temple ante el astado de peligro sordo, que hace un extraño y desarma al torero, lo cual no es suficiente ante el valor, arrojo y entrega del matador, que continúa con el trasteo con los pitones del toro pegados a la muleta y en giros lo ciñe a su cintura con temple haciendo entrar al toro a base de poderío y tesón. Al momento de oficiar el matador hunde el acero hasta el pelo con efectos fulminantes, con lo cual consigue dos apéndices y vuelta al ruedo.

Con el quinto de la tarde, “Colosal”, de 520 kilos, de la misma ganadería, le realizó gran faena, al momento de la verdad el torero pincha en hueso y se lleva de paso la divisa, la espada recorre el lomo del astado, y en un segundo intento hunde el acero, posteriormente el torero acude al descabello, matando en el primer intento.

IGNACIO GARIBAY

“Fundador”, tercero de la noche, con 495 kilogramos lo recibe con el péndulo y vitolita, el toro se vino a menos acusando debilidad, la faena resulta de efecto grato al tendido con el cual el matador conecta enormemente; al momento de la verdad pincha en hueso, y al segundo intento deja media estocada y mata con descabello al primer intento. El matador escucha palmas.

Al sexto de la noche, “Bienvenido”, con 480 kilos, de la ganadería de Santa Bárbara, lo recibe con tanda de verónicas, quites por chicuelinas y gran faena, al momento de la verdad el respetable no le permite matar y sigue con tanda de derechazos de enorme emotividad, realizando una faena extraordinaria, a la hora de la verdad pincha en hueso y en el segundo intento hunde el acero hasta el pelo. A petición general el juez de plaza otorga dos orejas.

Finalmente la noche fue redonda con dos trofeos para cada matador. El público levanta en hombros a los tres alternantes, al ganadero Javier Borrego (hijo) y al empresario Arturo Gilio.

Leer más de Deportes

Escrito en: Coliseo Centenario

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Seis orejas cortaron los toreros, dos Eulalio López “Zotoluco”, mismo número el español Pablo Hermoso de Mendoza y otro par Ignacio Garibay, en la corrida inaugural del Coliseo Centenario de Torreón ante un lleno total. (Fotografías de Ramón Sotomayor Covarrubias)

Clasificados

ID: 330290

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx