Kelly Carlson saltó a la fama con la serie Nip Tuck. (Archivo)
El Universal
SAO PAULO, Brasil..- Sensualidad y la belleza de Kelly Carlson hacen inevitable pensar en la superdiva Marylin Monroe.
La frase asombra viniendo de una mujer que por cuatro temporadas ha sido objeto de deseo en una producción exitosa por su receta de cirugías plásticas, sexo y polémica.
“Las mujeres que actúan y que sólo piensan en su belleza no saben en lo más mínimo lo que es el mundo real.
“La belleza puede llevarte a algún lado, pero no hay que centrarse sólo en eso para alcanzar lo que uno quiere.
“Lo importante es el respeto que debes causar como actriz y como persona”, sostiene la intérprete.
Carlson, ex profesora de escuela que, en algún momento, pensó en ser veterinaria, revela que para la quinta temporada de Nip Tuck, que se estrenó el jueves pasado, esa dimensión sexual evoluciona a un tono más dramático.
Se convirtió en estrella de TV gracias al personaje de Kimberly Henry, mujer fatal que en la serie ha sido desde amante de dos cirujanos hasta actriz porno y seguidora de la cienciología. De su personaje siempre emana una energía erótica que a Kelly Carlson se le convirtió en un reto artístico.
Al entrevistarla, en su recorrido de promoción de esta nueva temporada, casi sin maquillaje, es inevitable asociarla a Marylin Monroe.
“Trabajar en esto requiere de mucho esfuerzo, pero estas niñas (se refiere a otras actrices) entran a este negocio sólo para volverse famosas.
No voy a dar nombres, pero son personas muy vacías y no son felices”, dice.
Acerca de la serie, es enfática en defender el tono polémico de la serie. Además de intervenciones quirúrgicas, cambios de imagen y diagnósticos de casos impresionantes, Nip Tuck muestra sin tapujos y con una dosis de humor negro y drama el lado oscuro de la condición humana.
“Nunca falta quién te haga un comentario de asombro por alguno de los temas que se manejan en la serie”, agrega, recordando cómo una vez alguien la interpeló por el capítulo en el que una mujer tiene sexo con su perro, luego es atacada por el animal y debe recurrir a una cirugía estética.
“Le dije a esa persona que investigara porque, según estadísticas, en Estados Unidos 6 por ciento de los hombres ha tenido algún contacto sexual con sus mascotas y en las mujeres la cifra es de 3por ciento”, dice.
