Una de las últimas imágenes tomadas del secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, quien falleciera ayer en un accidente aéreo en la Ciudad de México. (El Universal)
Juan Camilo Mouriño era el colaborador más cercano y uno de los mejores amigos del presidente Felipe Calderón.
Juan Camilo Mouriño Terrazo nació en Madrid, España, el 1 de agosto de 1971. Hijo de la mexicana Ángeles Terrazo y del español Carlos Mouriño. Vivió su infancia en España, y su juventud en México y Estados Unidos, por lo que contaba con la doble nacionalidad.
Estudió la Licenciatura en Economía en la Universidad de Tampa y se especializó en Finanzas en la Universidad Autónoma de Campeche, estado en el que su padre hizo florecer sus negocios en los años 80: gasolinerías, transporte de combustibles y franquicias.
El secretario tenía 37 años de edad y estaba casado con María de los Ángeles Escalante, con quien tenía tres hijos.
Conocido como Iván por sus amigos más cercanos, Mouriño era el colaborador más cercano y uno de los mejores amigos del presidente Felipe Calderón.
Mouriño conoció a Felipe Calderón en 1997, durante la campaña electoral de Campeche. Mouriño era candidato a diputado local y Calderón presidente del PAN.
Tres años más tarde, al iniciar la 58 Legislatura de la Cámara de Diputados, se reencontraron e iniciaron una relación muy estrecha.
Felipe Calderón, como coordinador de la bancada panista, promovió que el joven diputado, hijo del dueño del Grupo Energético del Sureste (GES), Carlos Mouriño Atanes, se convirtiera en el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Baja.
A pesar de ser considerado un “neopanista” y de que su padre y él mismo fueron coordinadores de Amigos de Fox en Campeche -lo que los convertía en antagonistas del grupo doctrinario que al interior del PAN dirigía Calderón–, Mouriño se integró al grupo compacto del coordinador parlamentario.
Él mismo llegó a decir que en esos años tenía que rogar a los calderonistas –Alejandro Zapata, Abel Cuevas, Cuauhtémoc Cardona, Julio Castellanos, Ernesto Cordero y Jordy Herrera– para que lo invitaran a sus reuniones.
Pero algo vio Calderón en él, que desde 2001 lo integró a la burbuja de la fracción y al grupo de panistas con quienes comenzó a hacer trabajo político al interior de su partido.
En marzo de 2003, ambos dejaron la Cámara de Diputados. Mouriño para ser candidato a la Alcaldía de Campeche, elección que perdió frente al PRI, y Calderón para integrarse al Gabinete de Vicente Fox como director de Banobras.
De la Sener a la campaña
En septiembre de 2003, al ser nombrado secretario de Energía, Calderón designó a Mouriño subsecretario de Electricidad.
Paralelamente, Mouriño dedicó los últimos meses de 2003 y los primeros de 2004 a coordinar reuniones de consejeros nacionales panistas en las que se comenzó a explorar la posibilidad de construir la candidatura presidencial de su amigo.
En mayo de 2004, Mouriño organizó junto al panista jalisciense Abraham González el evento en el que se destapó a Calderón como aspirante a la candidatura presidencial del PAN, lo que provocó un regaño del entonces presidente Vicente Fox, que orilló al entonces secretario de Energía a renunciar.
Mouriño se fue con él, y a partir de entonces dirigió el equipo que con el que buscarían la candidatura a contrapelo de Fox. En el periodo 2004-2005, enfrentando al entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, y al aparato gubernamental, Mouriño fue el responsable de trazar las estrategias de posicionamiento de Calderón.
En septiembre de 2005, al arrancar la contienda interna del PAN, Mouriño fue nombrado coordinador de la precampaña calderonista. Fue el encargado de reclutar a los operadores en los estados que hicieron posible que el ex secretario de Energía diera la sorpresa y derrotara a Creel.
Calderón elogió, desde entonces, las cualidades de Mouriño como estratega, y en octubre de 2005, al ganar la candidatura, lo mantuvo al frente del equipo.
En diciembre de 2005, Calderón invitó a Josefina Vázquez Mota para ser coordinadora política de la campaña, pero en marzo de 2006, al tener que optar por una sola cabeza de equipo, escogió a Mouriño, con lo que le dejó claro a los panistas quién era su hombre de confianza.
Mouriño coordinó el “cuarto de guerra”, decidió e instrumentó las principales estrategias de campaña y palomeó las listas de candidatos panistas al Congreso de la Unión.
La transición y el Gobierno
Pasado el tortuoso proceso electoral de 2006, Mouriño fue nombrado coordinador del equipo de transición y, en diciembre, al tomar posesión como presidente, Calderón lo nombró jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
Para crear esa oficina –en desuso desde la primera etapa del Gobierno de Ernesto Zedillo– Calderón publicó un decreto en el que otorgaba a su titular facultades extraordinarias de índole administrativa y política.
Lo convirtió, en los hechos, en el coordinador del Gabinete y públicamente le encomendó “garantizar eficiencia y eficacia en la toma de decisiones, una mejor coordinación en el trabajo del Gabinete, la unificación de la comunicación interna del Gobierno Federal y el fortalecimiento de la interlocución del titular del Ejecutivo con el Poder Legislativo y sus miembros”.
Mouriño se convirtió así en el artífice de las políticas públicas con las que se pretendió darle un rostro propio al Gobierno de Calderón.
En ese periodo, se atribuye a Mouriño la negociación con el PRI de la reforma a las pensiones del ISSSTE, la reforma fiscal que creó el IETU y la reforma electoral.
Durante un año y un mes trabajó codo a codo con el Presidente Calderón en Los Pinos, hasta que en enero de 2008 fue nombrado secretario de Gobernación.
Golpeteo por los contratos
Pero el 24 de febrero comenzaron los problemas para Mouriño, cuando el ex candidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador, reveló dos contratos firmados por él en calidad de representante legal del Grupo Energético del Sureste, uno siendo presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y otro siendo subsecretario de Electricidad de Sener.
Acusado de tráfico de influencias, Mouriño fue procesado en una comisión especial de la Cámara de Diputados, que lo exoneró en mayo a pesar de que el funcionario había reconocido públicamente haber firmado los contratos.
El escándalo excluyó a Mouriño de las negociaciones de la reforma energética, cuya operación le había sido encomendada por Calderón al nombrarlo titular de Segob.
Pese a estas acusaciones, el Presidente nunca le retiró la confianza.
En septiembre pasado, en varias entrevistas con motivo de su Segundo Informe de Gobierno, Calderón reiteró que Mouriño seguiría en su puesto, pues para él lo importante eran los resultados que había dado.
En las últimas semanas, tanto en el PAN como en el Gobierno se corrió el rumor de que Mouriño sería removido de Gobernación.
Otras versiones señalaban que en 2009 renunciaría para encabezar la lista de candidatos del PAN a la Cámara de Diputados.
