
Federico Higuaín consiguió el empate para las Águilas al minuto 71. (Jam Media)
Con algo más que corazón, América vino de atrás con diez hombres para rescatar un empate 2-2 ante Cruz Azul, en partido que terminó con una pequeña bronca en la que el uruguayo Nicolás Vigneri agredió con un golpe en el rostro al joven Guadalupe Zavala.
Miguel Sabah se encargó de marcar por los cruzazulinos, a los minutos 39 y 58. En tanto, el paraguayo Salvador Cabañas, al 54, y el argentino Federico Higuaín al 62, empataron por América, en el cotejo válido por la fecha diez del Torneo Clausura 2008 del futbol mexicano.
La trifulca que cerró el duelo en el Estadio Azul fue iniciada por Miguel Sabah y Diego Cervantes, quienes al momento del silbatazo final se hicieron de palabras y algunos manotazos, lo que ocasionó que todos los jugadores de ambas escuadras saltaran a la cancha.
No había mañana para Cruz Azul, ayer era el día para quitarse la paternidad de América, por eso desde el inicio “prendieron los motores”, olvidó esa actitud poco ofensiva que mostró ante Guadalajara y propuso ante un América que no arriesgó más de lo que podía.
Hasta pasados los primeros 25 minutos de acción su ofensiva comenzó a carburar y mandó avisos en que los postes fueron los mejores aliados de Armando Navarrete, que antes de esto ya había sacado una volea de Gerardo Lugo, al minuto 27.
La situación se complicó para América, que se quedó con un hombre menos tras la expulsión de Jesús Sánchez, y el panorama oscuro se llenó de penumbra con un centro de Carlos Bonet al área, donde Miguel Sabah completamente solo picó su cabezazo para terminar con el cero al minuto 39.
Los visitantes quisieron reaccionar de inmediato y Cabañas estuvo muy cerca de lograr el empate en un tiro de larga distancia, que Óscar Pérez con un excepcional manotazo mandó a tiro de esquina.
Cuando Cruz Azul se alistaba para liquidar las acciones, aparecieron las individualidades de América. En primera instancia Juan Carlos Mosqueda, de recién ingreso, a balón parado metió un pase a profundidad a Cabañas, que les ganó a dos zagueros para sacar a Óscar Pérez, y tocar a la red al minuto 54.
Herido en el orgullo por verse alcanzado, la Máquina se fue con todo al frente y sólo cuatro minutos después recuperó la ventaja, nuevamente en la persona de Sabah, quien con un frentazo confirmó ese antiamericanismo que tanto pregonó en la semana.
Este gol parecía ser letal para los visitantes que desde lo más profundo de su ser sacaron ese coraje que a lo largo de la temporada había estado escondido y que le sirvió para venir de atrás y emparejar nuevamente las acciones.
Todo se originó en un pase largo a Cabañas que Joaquín Beltrán no atinó a despejar de manera correcta y lo dejó a la llegada de Federico Higuaín, quien en su primer balón que tocó lo puso pegado al poste izquierdo para el 2-2 al 62.
Los de casa se fueron con todo al frente, buscaron por todos lados ese gol que les diera el triunfo, sin embargo América soportó de manera estoica para llevarse un empate que le sabe a triunfo y que le permite romper una racha de cinco derrotas consecutivas en la liga.