El cardenal Adolfo Suárez Rivera, arzobispo emérito de Monterrey, sufrió la noche del jueves un derrame cerebral. (El Universal)
El cardenal Adolfo Suárez Rivera, arzobispo emérito de Monterrey, quien falleció la madrugada de ayer por un derrame cerebral a los 81 años, es velado en el seminario menor del municipio conurbado de San Pedro Garza García, al sur de Monterrey, Nuevo León, informó la arquidiócesis local.
Suárez Rivera fue internado el jueves pasado en el Hospital Murguerza afectado por un derrame cerebral en situación de gravedad hasta que los doctores decretaron su deceso a las 01:25 horas de ayer.
Originario de San Cristóbal de la Casas, Chiapas, donde nació el 9 de enero de 1927, Suárez Rivera se ordenó sacerdote en Roma el 8 de marzo de 1952, y el 12 de enero de 1984 fue nombrado décimo arzobispo de Monterrey.
El Papa Juan Pablo II lo designo cardenal el 26 de noviembre de 1994. Fue sucedido en enero de 2003 por el ahora cardenal Alfonso Robles Ortega.
Suárez Rivera “deja un testimonio de ser un hombre de fe, un hombre creyente y nos deja una lección de virtudes”, dijo en rueda de prensa Robles Ortega al anunciar los servicios funerarios en la sede de la Curia del Arzobispado en el municipio de San Pedro, donde residía.
Anunció que el lunes se realizará una misa de cuerpo presente en la Basílica de Guadalupe de Monterrey para luego depositar sus restos en las criptas de la Catedral.
Desde el medio día de ayer cientos de fieles acudieron al seminario menor ubicado en la avenida Corregidora del municipio de San Pedro, donde es velado el cardenal, quien fuera también obispo de Tepic, Nayarit, en 1979, y de Tlalnepantla, Estado de México, en 1980.
En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) indicó que Suárez Rivera, quien presidió esa organización de 1988 a 1994, fue un hombre que amó y luchó para que la Iglesia “tuviera un lugar destacado dentro del México moderno”.
Miembro agregado de la congregación para los obispos de la Santa Sede, Suárez Rivera tenía derecho a participar en el cónclave que eligió en 2005 en El Vaticano al Papa Benedicto XVI, pero no lo hizo por problemas de salud.
