
Autoridades del Sudeste estadounidense urgieron ayer a millones de residentes de Georgia, las Carolinas y Virginia a buscar un lugar seguro ante la llegada de la tormenta “Hanna”. (Fotografías de EFE)
Señala la ONU que en el primer semestre del año un total de 400 incidentes provocaron miles de muertes.
El año 2008 se perfila como uno de los más proclives a los desastres naturales, advirtió el director ejecutivo del programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Medio Ambiente, Achim Steiner.
Explicó que en el primer semestre del año, un total de 400 incidentes de ese tipo provocaron miles de muertes y más de 82 mil millones de dólares en pérdidas materiales.
En un comunicado difundido por la oficina de la ONU en México, destacó que las 137 muertes en Haití y los efectos en Cuba por el huracán “Gustav” son muestra de la mayor vulnerabilidad del mundo a los desastres.
Debido al mismo huracán, en Lousiana, Estados Unidos, hubo necesidad de desalojar a más de dos millones de personas, ante el antecedente de lo ocurrido por el huracán “Katrina” en 2005.
Paralelamente, en India, las inundaciones recientes obligaron a desalojar a dos millones de personas, lo que acentúa la creciente vulnerabilidad de la humanidad frente a los fenómenos meteorológicos, enfatizó.
Durante el presente año, algunos de los desastres naturales más importantes, por el número de personas afectadas, han sido el ciclón “Nargis”, en Myanmar, la tormenta “Emma”, en Europa, las inundaciones en Mississippi y el terremoto en China.
Steiner recordó que la acción internacional contra los gases de efecto invernadero es urgente y de ello es muestra la creciente afectación que los fenómenos naturales significan para la humanidad.
De hecho, la empresa aseguradora alemana Munich Re destacó que es evidente una tendencia a que se presenten mayores catástrofes meteorológicas, tal como anticipó el Panel Gubernamental sobre Cambio Climático, puntualizó.
Por su parte, la tormenta tropical “Hanna” seguía ayer su curso hacia la costa Sudeste de Estados Unidos, donde se esperaba que impactara anoche mientras el huracán “Ike” perdía algo de intensidad.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EU, con sede en Miami, indicó en su boletín de las 12:00 GMT de ayer que “‘Hanna’ aún tiene posibilidad de transformarse en huracán antes de tocar tierra esta noche en algún punto” de Carolina del Norte o Carolina del Sur.
“Es una tormenta tropical muy fuerte y la diferencia con un huracán menor es muy pequeña”, dijo John Cangialosi, meteorólogo del CNH.
La “Hanna” presenta vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora.
Mientras tanto, el “extremadamente peligroso” huracán “Ike” perdió algo de intensidad al bajar a categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora, y se esperaba un debilitamiento adicional en los próximos dos días.
No obstante, “continuará siendo un huracán mayor durante un par de días”, indicaron los expertos. El “Ike” sigue representando una gran amenaza para el Sur de Florida mientras avanza hacia el Caribe a una velocidad de traslación de 24 kilómetros por hora.
Llega ayuda a Haití
El primer cargamento significativo de ayuda alimentaria llegó ayer a Gonaives, Haití, cuando un barco con 33 toneladas de alimentos y materiales de primera necesidad atracó en el puerto para aliviar a miles de personas que sobrevivieron cuatro días con poca comida y casi sin agua.
Soldados argentinos trabajaron toda la noche para rellenar con piedras un hoyo que la tormenta tropical “Hanna” provocó en el muelle, permitiendo así atracar al barco, llamado Tres Rivieres.
Los soldados con fusiles se mantenían alerta mientras que trabajadores del muelle descargaban 15 toneladas métricas de alimentos que llegaron de la capital, Puerto Príncipe. La ayuda del Programa Mundial de Alimentos de la ONU incluía agua embotellada, pastillas de purificación de agua, galletas, aceite para cocinar y arroz.
Los soldados, que pertenecen a la misión de la ONU en Haití, se proponían distribuir la comida en pocas horas en refugios de emergencia donde se abarrotaban 40 mil personas.
Las inundaciones provocadas por “Hanna” el lunes sumergieron a más de la mitad de las casas de Gonaives, la cuarta ciudad más grande de Haití. Varios cadáveres flotaban ayer sobre las aguas lodosas que cubren parte de esta ciudad después del paso de la tormenta, elevando a 137 la cifra oficial de muertos.
Se pronostica que el respiro de buen tiempo será breve. El huracán “Ike”, de categoría 3, podría pasar cerca de Haití este fin de semana. Incluso si sólo llega al Norte del país, es casi seguro que empapará de nuevo el valle de Artibonite, el más fértil de Haití, y con ríos que desembocan en Gonaives.
“Es un ambiente tan húmedo, que la lluvia seguro que caerá”, explicó John Cangialosi, un meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami. Sin embargo, como la ruta que seguirá “Ike” es tan difícil de predecir, también resulta imposible saber cuánta agua caerá, dijo el experto.
Al menos 102 de los haitianos que murieron al paso de “Hanna” se encontraban en Gonaives, dijeron las autoridades. Unas 250 mil personas han sido afectadas por la tormenta y unas 54 mil viven en refugios, según estimaciones oficiales.
Washington ofrece ayuda a Cuba, tras huracán
Estados Unidos ha ofrecido a Cuba 100 mil dólares en ayuda de emergencia para las víctimas del huracán “Gustav” y está dispuesto a enviar más si se permite que un equipo de evaluación de desastres aprobado por su Gobierno recorra las zonas más afectadas.
Toda ayuda sería proporcionada mediante organizaciones de ayuda internacionales, sin que sea destinada de manera directa al Gobierno cubano, dijo Gregory Adams, vocero de la sección de intereses de Estados Unidos, en la capital cubana.
“Estamos esperando una respuesta del Gobierno cubano, ya sea sí o no”, dijo Adams. “Esto no es un cambio en las políticas estadounidenses, es una respuesta a una emergencia humanitaria”.
El Gobierno cubano no ha comentado sobre el ofrecimiento de su viejo rival, que rechazó un ofrecimiento cubano de enviar médicos a Louisiana luego del paso del huracán “Katrina” hace tres años.
“Gustav” dañó 100 mil casas, así que la oferta inicial de ayuda estadounidense equivaldría apenas a un dólar por residencia que debe de ser reparada.
LA PALMA, CUBA
‘¡No me quedan lágrimas, lloré tanto cuando pasaba el ciclón!’
A la cubana Yanet Pérez se le acabaron las lágrimas, pero no la esperanza porque el Gobierno le prometió ayuda después del paso del poderoso huracán “Gustav” que destruyó totalmente su vivienda y arrasó en la región Occidental de la isla. “¡Acabó!” exclamó Pérez. Las lágrimas afloran mientras mece a su pequeña Natalia de un año sentada en un sillón de madera delante de su casa o lo que dejó en pie “Gustav”. “El techo voló, el piso se hundió, las camas, los colchones y el escaparate se mojaron, pero el refrigerador y el televisor estaban a salvo. Cuidamos lo poco que tenemos. ¡No me quedan lágrimas, lloré tanto el sábado cuando pasaba el ciclón!”, comentó la joven de 28 años. En La Palma, a unos 150 kilómetros al Noroeste de La Habana, un día después del paso del ciclón, las autoridades locales constataron el derrumbe de la vivienda de Pérez. “No perdí la esperanza, me dijeron que se reconstruiría la casa y que tengo prioridad por mis hijas”, explicó Pérez también madre de Talía, de siete años. “Gustav” atravesó la isla el sábado pasado de Sur a Suroeste con categoría cuatro (de cinco posibles) con vientos de 240 kilómetros por hora. Pérez y 10 familiares se refugiaron en el bohío del patio de la casa, “la paja con que esta hecho es más segura, el viento se escuchaba fuerte, se movía el techo”, explicó la joven quien agregó que desde entonces la pequeña Natalia llora cuando se acerca al bohío.
Leopoldo Rodríguez y su esposa María no perdieron la sonrisa, pero sí el techo de la sala donde cayó un árbol.
“El estruendo fue tremendo, por suerte no se derrumbó todo. La grúa va a quitar el árbol”, dijo Rodríguez quien afirmó que reconstruirá el techo con las tejas y la madera que el Gobierno le va a garantizar. María Rodríguez dijo que “por naturaleza los cubanos no nos derrumbamos ni tiramos a llorar. No hubo muertos, es lo principal. Vamos a seguir adelante y reconstruir todo”.