En el interior de una fonda quedaron los cuerpos de los policías con múltiples heridas producidas por potentes fusiles.
Sorprenden a los agentes en el interior de una fonda; uno de ellos era comandante.
Dos ráfagas de por lo menos medio centenar de disparos producidas por rifles de alto poder rompieron la tranquilidad del fraccionamiento Jardines de San Antonio, específicamente en el interior de una fonda donde quedaron tres cadáveres con múltiples heridas producidas por proyectiles de arma fuego; ahí yacían los cuerpos sin vida de un comandante de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) y dos agentes de la misma corporación.
Testigos de los hechos señalan que al lugar arribaron dos camionetas, entre estas una Suburban de color negro, de la que al parecer bajó una mujer y se asomó al establecimiento denominado Antojitos Chelo, donde estaban cenando el comandante Alfredo Ontiveros Pacheco y los agentes Guadalupe Gutiérrez Flores y José Ángel Torres Vázquez, y tras enviar una seña a los tripulantes de las unidades descendieron al menos dos sujetos con armas largas y las accionaron en contra de los policías.
Rápidamente los ejecutores, después de lograr su cometido minutos después de las 23:00 horas del martes, abordaron una de las unidades y se dieron a la fuga, una escapó rumbo al bulevar Francisco Villa y la otra en sentido contrario.
Los vecinos de la avenida Fidel Velázquez y la calle Emilio González, crucero donde se suscitó la triple ejecución, llamaron al número de emergencia 066 para dar aviso de los sucedido y en un par de minutos arrIbaron al lugar elementos de Seguridad Pública Municipal para acordonar el área, seguidos de varias patrullas de la DEI y de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
Más tarde llegaron los agentes federales de las Fuerzas Especiales y un rato después se constituyeron en el lugar los efectivos del Ejército Mexicano.
Mientras los cuerpos policiacos se dieron cita a peinar la zona en busca de los asesinos llegaron los agentes de Servicios Periciales y del Ministerio Público, quienes levantaron de la escena del crimen por lo menos medio centenar de elementos balísticos calibre 7.62x52 y 2.23, de los que disparan los fusiles G-3 y AR-15, respectivamente.
Los cuerpos de los agentes fueron llevados a las salas de necropsias donde el forense comentó que la mayoría de los disparos hizo blanco en el tórax y cráneo.
Intenso operativo de las BOM
A toda velocidad salió del lugar de la masacre una decena de unidades de las diferentes corporaciones policiacas en busca de las camionetas en las que huyeron los asesinos, en la patrulla de la DEI iban los soldados en posición de ataque, mientras que los federales, estatales y municipales seguían el convoy.
A la altura de la Central Camionera en un espectacular operativo detuvieron una Hummer negra que circulaba sospechosa, sin embargo, tras catearla resultó que no tenía nada qué ver en la ejecución.
Alfredo, José Guadalupe y José Ángel, de 34, 50 y 36 años, respectivamente, trabajaban en Guadalupe Victoria.
Los hoy occisos se desplazaron de Guadalupe Victoria a la capital por que tenían una reunión con el Director de la DEI.
