Todo tipo de giro económico en Creel cerró sus puertas en señal de duelo y para protestar por la masacre que acabó con la vida de 13 personas. (Agencia Reforma)
Los habitantes de Creel recibieron al gobernador con crespones negros en los dinteles de todas las casas, negocios y oficinas
Ante la amenaza de nuevos ataques de grupos armados, la ciudad de Creel quedó en estado de sitio, con una fuerte presencia de militares, policías federales y hasta francotiradores que desde los cerros aledaños vigilan las calles.
Mientras tanto, la población expectante manifestó ayer su reclamo de mayor seguridad al gobernador del estado, José Reyes Baeza Terrazas, quien a una semana de la matanza de 13 personas acudió a esa ciudad a reunirse con los familiares de las víctimas.
En un hotel de la ciudad, los pobladores encararon al mandatario estatal y con críticas y palabras fuertes le reclamaron la ausencia de la Policía el día de los hechos. “Queremos que se aclare y se castigue a los culpables del homicidio”, le expresaron.
“Necesitamos que el Gobierno recupere su credibilidad”, agregó por su parte el obispo Rafael Sandoval.
Ciudad de luto
Los habitantes de ese municipio recibieron al mandatario con crespones negros en los dinteles de todas las casas, en los negocios y en las oficinas, en señal de dolor y de duelo. “Creel está de luto y todos tenemos temor por la falta de seguridad y las amenazas de los sicarios que habrá más incursiones”, dijeron los pobladores a Reyes Baeza.
Las calles de este poblado, ubicado a 300 kilómetros de la capital del estado, lucen desiertas y las familias se mantienen encerradas en sus casas. Sólo vehículos militares y de la Policía circulan para hacer sentir su presencia en el estado de ánimo de la población.
Indignación
Creel es un escenario de pesar y reclamos de la población, que muestra su indignación.
La reunión del mandatario con los familiares de las víctimas se efectuó en medio de estrictas medidas de seguridad. Se pudo apreciar al menos medio centenar de policías estatales y federales y militares, que desde el domingo pasado resguardan a la población y se mantienen en alerta.
El mandatario estatal escuchó las exigencias y se comprometió a aclarar este crimen y les anunció la creación de un Centro de Mando Policial, en el que estarán acuartelados militares, elementos de la Policía Federal, de la Procuraduría General de la República, Policía Estatal y la Policía Municipal, con un teléfono de emergencia.
Se investiga a la Policía
El gobernador Reyes Baeza dio a conocer que 34 elementos policiacos estatales fueron llevados a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, para su investigación y pruebas de confianza.
Además, les dijo que se hará un reclutamiento de cadetes para la Academia de Policía y una vez que se gradúen se les enviará a Creel, para que tengan una Policía local que conozca a la zona y a su gente.
El gobernador dijo que las investigaciones continúan y reveló que la Procuraduría de Justicia ofreció una recompensa de 200 mil pesos. Con pósters colocados en el pueblo se ofrece anonimato sobre cualquier información que se proporcione a las autoridades.
El obispo de la región Tarahumara, Rafael Sandoval, le planteó que se vaya a fondo para resolver los problemas de abandono y desigualdad en que se tiene a la etnia tarahumara y la región serrana en general.
El obispo y algunos pobladores demandaron la creación de escuelas y la generación de empleos para los jóvenes, ya que siete de los 13 victimados eran estudiantes que estaban de vacaciones en Creel.
