El Vaticano avaló la denuncia pública de los obispos de Venezuela en contra de la Iglesia “Católica reformada”, una institución apenas creada por clérigos fieles al Gobierno de Hugo Chávez.
Dicha asociación “no es católica y pretende usurpar funciones, sacramentos, organización y la indumentaria correspondiente a la única Iglesia Católica”, indicó una nota de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Añadió que los prelados venezonalos señalaron que ese grupo busca “confundir de manera directa a los creyentes católicos, ultrajando el pensamiento de fe y dividiendo a los miembros de la religión católica en todo el país”.
El 25 de junio pasado dos sacerdotes católicos que abandonaron su ministerio y ambos renegaron de la fe junto a dos pastores luteranos presentaron su nueva Iglesia llamada “Iglesia Católica Reformada de Venezuela”.
“Pretende erigirse en una alternativa a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, a la vez que utilizar la misma simbología, indumentaria, nomenclatura, títulos y servicios sacramentales y litúrgicos que la Iglesia Católica”, denunció el comunicado.
Estableció que este grupo también usa el adjetivo de “católico” sin estar unidos por la obediencia ni al Papa ni a la Jerarquía Católica, “simulando incluso la ordenación de nuevos obispos sin el expreso mandato del Romano Pontífice”.
Lo calificó de “cismático y herético” mientras advirtió que tanto clérigos como laicos, que se unan y acepten las disposiciones y creencias incurrirán en ex comunión según lo establecido en el Código de Derecho Canónico.