
La atleta brasileña Adria Santos tiene como guía a su esposo, con quien obtuvo el oro en la prueba de los 100 metros categoría T11. (AP)
En los tacos de salida, Adria Santos espera junto a su marido Rafael el disparo que marca el arranque de la carrera. La pareja está unida por una cuerda de 45 centímetros de largo, atada a sus muñecas. Pero ambos saben que su relación es mucho más que la cuerda, la cual representa solamente un símbolo en su relación.
Ciega de nacimiento, Adria siempre ha tenido confianza en el futuro y su visión positiva de la vida nunca se vio mermada por su discapacidad. Con su marido como guía, la atleta conquistó la medalla de bronce en la carrera de 100 metros de la categoría T11 en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008.
La pareja abandonó la pista tras la prueba tomados de la mano, para participar en una rueda de prensa.
“Mi guía es mi marido”, explicó Adria, “llevamos cinco años casados y tres años entrenando juntos”.
El marido en cuestión fue atleta de salto con garrocha y sabía de Adria por haber leído reportajes sobre ella y sus hazañas paralímpicas en los periódicos. Con la ayuda de un amigo mutuo se conocieron y se enamoraron, seguido a lo cual Rafael se trasladó a la ciudad de Adria, para finalmente casarse con ella en 2003. Dos años más tarde él se retiró del deporte de competición y se convirtió en el nuevo guía de Adria, que dio a luz a una niña el año pasado.
La atleta de 34 años de edad lleva 21 años corriendo y afirma que se encontraba en un mundo oscuro antes de que Rafael entrara en su vida.
“No es solamente mi guía en la pista sino también en la vida. Vivimos la vida agarrados de la mano, es nuestro destino estar juntos tanto en las competiciones como en la vida cotidiana”, indicó Adria.
Después de ayudar a su esposa a sentarse y mostrarle dónde se encuentra el micrófono, Rafael abandonó el podio para sentarse en una esquina, desde donde siguió la retransmisión de la rueda de prensa por televisión.
A la pregunta de por qué evita ser el centro de la atención pública, el esposo respondió: “las Paralimpiadas son para los atletas discapacitados. El reconocimiento se lo merece Adria, no yo, es ella la que debe ser el foco de atención”.