La cantante Alaska presentó ayer una campaña en la que aparece desnuda y con varias banderillas clavadas en su espalda, en protesta contra las corridas de toros que han puesto en marcha las organizaciones PETA y AnimalNaturalis.
La artista identificada con la “movida” madrileña en la “época dorada” de los años 80, con la que se dio una especie de contraprogramación del movimiento de rock urbano, protagoniza esta campaña bajo el lema “La verdad al desnudo: la tauromaquia es cruel”.
La imagen de Alaska sin ropa y con las banderillas clavadas se muestra como “una forma de hacer ruido” contra un espectáculo en el que el torero corre un riesgo “asumido y consentido”, mientras, “el animal no ha pedido estar ahí”. La cantante afirmó, durante el acto de presentación de la campaña y el cartel, que representa un calendario de los años 40.
“Habría que poner unas pequeñas banderillas a escala a los que dicen que el toro no sufre”.
En declaraciones a los medios, Alaska se declaró pacifista y consideró que se puede negociar una salida, ya que está a favor de que fuera “una fiesta” en la cual se mostrase “la danza entre el torero y el toro”, pero sin “maltrato” al animal.
La cantante subrayó, sobre la imagen de la campaña que ella protagoniza, que le pareció “una foto bonita” a la que tras añadirle “lo inquietante de las banderillas y la sangre”, se puede mostrar ese “elemento cruel y devastador” que tiene la tauromaquia.
A su juicio, “no hay que buscar subjetividades”. Para ella “un animal no debe ser maltratado”, sea un “imponente toro” o sea un perrito tirado en un desguace.