
La canciller alamana Angela Merkel junto al ministro de exteriores del mismo país Frank-Walter, durante la firma del Tratado de Lisboa en el monasterio de los Jerónimos de Lisboa, Portugal. (EFE)
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) rubricaron hoy el Tratado de Lisboa en esa ciudad portuguesa del mismo nombre, con la única excepción del primer ministro británico Gordon Brown, quien envió un representante.
En la ceremonia, realizada en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, los mandatarios de la UE y sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores firmaron el nuevo Tratado, que reforma los antiguos marcos normativos del organismo.
El presidente de turno de la UE y primer ministro portugués, José Sócrates, afirmó que 'con el Tratado de Lisboa Europa se recupera política e institucionalmente del ‘impasseí que ha limitado su capacidad y actuación durante los últimos años'.
En su discurso, difundido en esta capital, Sócrates consideró que ahora la UE reafirma su compromiso con los valores que inspiraron a los padres del proyecto europeo como los derechos fundamentales, la libertad, la solidaridad, las oportunidades y la justicia.
Destacó 'la nueva presidencia permanente del Consejo Europeo', que sustituirá a la de turno semestral utilizada hasta ahora, así como la nueva figura del Alto Representante, que formará parte de la Comisión Europea (CE).
Agregó que este nuevo texto, que recoge la mayor parte del Tratado Constitucional rechazado en referéndum en 2005 y da una única personalidad jurídica a la UE, le permitirá expresarse con una sola voz en la escena internacional y reforzar su poder de negociación.
Además, hace vinculante la Carta de Derechos Fundamentales, refuerza las competencias del Parlamento Europeo, y permitirá, según la UE, cumplir las expectativas en los ámbitos de la energía, el cambio climático, la delincuencia transfronteriza y la inmigración.
Para el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, 'al firmar el Tratado de Lisboa, ponemos fin a seis años de debates sobre nuestras instituciones' y celebró el compromiso de todos los Gobiernos y del Parlamento Europeo (PE).
'Para llegar a este resultado, todos los Gobiernos demostraron valor político. Les invito ahora a que hagan una prueba de la misma determinación durante el período de ratificación', agregó Barroso.
Tras esta firma, los 27 Estados miembros deberán ratificar el Tratado, lo que se hará a nivel parlamentario (excepto en Irlanda), por miedo a que los ciudadanos, como pasó en Francia y Países Bajos con la Constitución Europea, se opongan a ello en referéndum.