
Se va el Gran Markus
Juan Chavarría perdió su última lucha, pero sube al ring de la inmortalidad.
Tras largos años de constante lucha ante la enfermedad, Gran Markus murió ayer en esta ciudad al filo de las 14:00 horas, y con ello se cerró otro capítulo del pancracio nacional, que una vez más se viste de luto ante la pérdida de uno de los grandes pilares de este deporte.
Juan Chavarría Galicia, quien también era conocido como “Ave de las Tempestades” o el “Mostro”, fue uno de los últimos grandes del encordado lagunero, y aunque en los últimos años libró la más difícil de sus batallas ante la enfermedad, finalmente no resistió y se rindió, para dar principio así a su propia leyenda.
Gran Markus nació el 27 de diciembre de 1943 en la comunidad rural de Monte Alegre, Municipio de Torreón, aunque desde niño se trasladó a vivir a la ciudad, donde desarrolló diversos oficios con la finalidad de llevar recursos a su familia y se inclinó por la práctica de la lucha libre.
Sin saberlo, había elegido el camino que lo llevaría a la cumbre del éxito como deportista. Sus primeros pasos dentro del pancracio los dio en la Arena Azteca de la colonia Nueva Aurora.
Su debut en el profesionalismo se dio en 1963 en la Arena Charro Aguayo de esta ciudad, bajo el nombre de Doctor Markus, al llevar como rival a otro de los grandes laguneros, Vicente Nuño.
Entre sus contrincantes de aquel entonces figuran Indio Lagunero, Kiko Sáenz y “Pintor” Carmona, ante los que sostuvo grandes duelos que le permitieron crecer técnicamente y madurar en sus quehaceres luchísticos.
Tiempo después pasó a formar parte de las filas de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, la cual se interesó en él por las buenas recomendaciones que tenía.
Como parte de la EMLL, fue bautizado con el seudónimo de Gran Markus, nombre de batalla que lo inmortalizaría. Su presentación en la plaza local fue al lado del Cosaco Loco y tuvo como rivales a la dupla de Ricardo y Jesús Chávez.
Al tener ya el visto bueno de la empresa, fue enviado a una intensa campaña de fogueo a la ciudad de Guadalajara y varias plazas del Pacífico, donde ganó un importante cartel, que tiempo después le permitió entrar por la puerta grande a la Capital mexicana.
Su presentación fue en un torneo de parejas donde hizo equipo con su gran amigo Doctor Wagner (Manuel González, q.e.p.d.), con el cual logró entenderse a las mil maravillas, para finalmente llevarse los máximos honores del certamen.
Dentro de su carrera se destacan algunos importantes logros, entre ellos su primer campeonato, ganado en Torreón a su amigo Polo Torres, otra de las leyendas laguneras.
En la Arena México se coronó campeón nacional de peso completo al derrotar a Raúl Reyes, para sumar de este modo su segundo cetro de importancia.
Posteriormente ganó el campeonato de parejas de Estados Unidos al lado de Gino Hernández, luego de superar en gran combate a los hermanos Dory y Terry Funk, en un combate efectuado en la ciudad de Houston, Texas.
En Miami, Florida, ganó su cuarto cetro, el de peso completo de Puerto Rico, luego de imponerse a Lotario, otro de los grandes del ring.
Quizá uno de los fracasos del “Ave de las Tempestades” fue el nunca haber podido derrotar al legendario Mil Máscaras, a quien le disputó en incontables ocasiones el Campeonato Mundial de Peso Completo.
En su carrera ganó otras preseas importantes, como la máscara de Texas Ranger (José Lotario), en una gran entrada en la Plaza Monumental de Monterrey.
Además, entre otros peló a Raúl Reyes y Enrique Vera, elementos considerados de los más grandes exponentes de la lucha libre mexicana, a los que humilló, fiel a su estilo.
Formó uno de los más grandes equipos de la lucha libre al lado de Doctor Wagner y Ángel Blanco, para dar vida a la inolvidable Ola Blanca, cuyo poder destructivo quedó de manifiesto en cuanta arena se presentaba.
Tras seis meses de intensa rivalidad con Aníbal, llegó irremediablemente la lucha de máscaras, la que se realizó el 18 de marzo de 1987 ante un lleno total en la Monumental de Monterrey.
Aunque ampliamente favorito, debido a que contra viento y marea el rudo lagunero había conservado su tapa por 24 años, la gran sorpresa se presentó al caer una de las grandes máscaras de la lucha libre azteca. Gran Markus pasaba a la historia y emergía la figura de Juan Chavarría.
El "Mostro” había caído ante otra de las leyendas, “La Saeta Azul” conquistaba de este modo una presea realmente valiosa, sin duda la más importante para este gladiador, quien desde luego ya era un ídolo.
Ya sin máscara, Gran Markus continuó con sus presentaciones en las diferentes arenas de la República Mexicana, donde conservaba su jerarquía y era reconocido por propios y extraños.
Para el mes de agosto de 1989, la empresa del regio Carlos Elizondo tenía preparado su cartel de aniversario en la ciudad de Monterrey, donde Markus era parte del programa, sin embargo, el “Ave de las Tempestades” ya no se presentó a luchar; una pancreatitis le impedía trabajar y finalmente se inició su retiro, ya que después muy pocas veces luchó en algunos escenarios.
Su salud poco a poco se vio mermada hasta obligarlo al retiro definitivo, las complicaciones en el funcionamiento de su organismo se hicieron más evidentes, y aquel “Mostro”, temido por todos, murió la tarde de ayer a poco más de un mes de cumplir 64 años.
HIZO CINE DE ACCIÓN
En el cine también tuvo una importante participación, entre ellas la de 1969, al trabajar como doble en la película Santo y Blue Demon contra los Monstruos.
En 1970 personificó a El Médico Asesino en Los Campeones Justicieros junto a Mil Máscaras y Blue Demon, ello con la autorización de la viuda del galeno lagunero.
Por su alto desempeño, en 1976 fue designado junto con Alfonso Dantés y Perro Aguayo como el Mejor Trío.
En 1978, la llamada “Ola Blanca”, integrada por Gran Markus, Ángel Blanco y Doctor Wagner, también fue designada el Mejor Trío.
En 1978 aparecía entre los diez mejores luchadores de México.
En su carrera realizó importantes giras a Centroamérica, El Caribe y Estados Unidos, donde era considerado uno de los grandes luchadores de su época.
UNA AUTÉNTICA “AVE DE LAS TEMPESTADES”
Pocos gladiadores se pueden dar el lujo de ser considerados auténticas figuras, y más aún, ser llamados “Ave de las Tempestades”, y uno de ellos lo fue sin duda Juan Chavarría, quien con su estilo recio y destructor sembró la discordia en cuanta arena se presentó.
El odio que despertaba entre los aficionados que acudían a sus luchas era tal que por lo general provocaba la bronca en las tribunas, con aficionados que deseaban lincharlo.
Su estilo de luchar era con tal grado de rudeza que los aficionados buscaban agredirlo y él, desde luego, respondía. Debido a ello visitaba con gran frecuencia la cárcel de Guatemala, Guadalajara, Ciudad Juárez, Orizaba y Matamoros.
Se caracterizó por ser un gladiador que disfrutaba con destrozar a sus adversarios, y por consecuencia lograba enfurecer al público.
Entre sus anécdotas, contadas por él mismo, destacaba que un día en Houston, Texas, donde hizo grandes campañas, fue tal el grado de enojo del público, que sin darse cuenta, al bajar del ring y salir entre la gente rumbo al camerino, fue agredido en el abdomen con un arma blanca, situación de la cual se dio cuenta hasta llegar al camerino, cuando vio que su ropa estaba manchada con su propia sangre.
REGRESA A SU TERRUÑO
Los servicios funerarios se realizan en la agencia Gayoso del Libramiento Periférico Raúl López Sánchez en esta ciudad, y de acuerdo a sus familiares, aún no se determina si será esta tarde o mañana sábado cuando sus restos sean inhumados en el panteón de Monte Alegre, comunidad donde el gladiador vio la primera luz hace casi 64 años.
Descanse en paz Juan Chavarría Galicia (Gran Markus).